5 de mayo de 2011

El marido perfecto


Estos días estoy leyendo el libro Deseo de Sylvia de Béjar (por cierto, muy recomendable, tenéis un resumen en su web, aquí), y me he encontrado con esta historia (pág. 32) que igual conocéis porque hace un tiempo que circula por internet. Es muy buena, así que os la pongo, que merece la pena leerla y pensar un poco:



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En algún lugar existen unos grandes almacenes donde las mujeres pueden comprar el marido ideal. Nada más entrar, un cartel con instrucciones advierte que el establecimiento solo puede visitarse una vez, que consta de cinco pisos, y que las características del candidato mejoran a medida que se asciende, pero una vez abandonada una planta, no se puede retroceder.


Una mujer decide probar suerte. Sube al primer piso y lee: "Estos hombres trabajan y aman a los críos". "No está mal. Tienen empleo y les gustan los críos. Pero seguro que puedo aspirar a algo mejor", se dice, y, esperanzada, se encamina a la escalera mecánica.


En el segundo piso el letrero explica: "Estos hombres trabajan, tienen salarios excelentes, aman a los niños y son muy apuestos". "Vaya, si estos son así, ¿cómo serán los del tercero?", se pregunta, y nuevamente decide seguir subiendo.


En esta ocasión el cartel reza: "Estos hombres trabajan, tienen salarios excelentes, aman a los niños, son muy apuestos y ayudan en las tareas domésticas". "¡Uau! Realmente tentador, pero mejor sigo, que esto todavía es mejorable", y eso hace.


Ansiosamente busca el letrero del cuarto piso"Estos hombres trabajan, tienen salarios excelentes, aman a los niños, son muy apuestos, ayudan en las tareas domésticas y son muy buenos amantes". "¡Dios mío! Si estos son la bomba, ¡no veas los que me estarán esperando en el quinto!". Y sin dudarlo, sube al último piso.


La planta está vacía, salvo por un anuncio luminoso en el que se lee: "Eres la visitante nº 31.675.888 y este piso solo existe para demostrar que es imposible satisfacer a las mujeres. Gracias por haber elegido nuestro negocio".


La broma (¿Broma? Júrame que no te has visto haciendo lo mismo) no acaba ahí. Para evitar acusaciones de sexismo, el dueño del establecimiento decidió abrir otro local para varones en busca de esposa. ¿Instrucciones de uso? Las mismas que en el local femenino.


En el primer piso están las mujeres que aman el sexo.


En el segundo piso están las mujeres que aman el sexo y no tocan las pelotas.


Los pisos que van del tercero al quinto no han sido visitados...
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Confieso que yo habría subido hasta la quinta planta, y hasta la octava si la hubiera habido, ¿por qué no?, aunque más por curiosidad que buscando un marido tan perfecto. Porque vamos a ver... ¿qué hago yo con un marido 10? ¡Sufrir todo el día, pensando que me lo van a quitar en cuanto me descuide! Eso sin contar con que yo no estaría a la altura.


Ahora (más) en serio... La gente perfecta no existe, y buscar la perfección, o tratar de moldear al elegido hasta hacerlo perfecto, creo que es inútil y nunca acaba bien. Como he comentado otras veces, más vale que te enamores del paquete completo, con todo lo bueno y con los defectos, si no quieres acabar mal.


¿Y los hombres? ¿Realmente se quedarían solo en la segunda planta? ¿No buscan algunos una buena madre? ¿O una mujer que cocine bien? ¿O que gane dinero? Yo discrepo, creo que muchos habrían subido alguna planta más, y más de uno habría llegado a la última, aunque nunca tantos como mujeres. Y otra cosa... Si de verdad se quedan en la segunda, ¿no están pidiendo muy poco? ¿No será por eso que a veces pasan los años y la relación con su mujer se les queda corta, y empiezan a buscar fuera lo que quizá no les parecía importante unos años antes? Espero vuestros comentarios, porque realmente no lo tengo claro.


Os dejo con una entrevista a la autora del libro: Entrevista a Sylvia de Béjar. Toca algunos temas de los que ya hemos hablado aquí, y otros de los que hablaremos más adelante.