30 de octubre de 2010

Cómo controlar a tu mujer

JAJAJAJAJA! Leyendo el título seguro que habéis pensado que iba a escribir un post revelador sobre como controlarnos, pero no, no no no, eso nunca! :D. Bueno, va, a lo mejor algún día me animo y os cuento el truco, pero hoy quería compartir con vosotros este maravilloso mando a distancia que me ha enviado un buen amigo por internet:


La que más me ha gustado es la tecla de "PECHOS +/-", mola, creo que se lo voy a regalar a mi marido, a ver si funciona ;).

Cotilleando en internet he encontrado la versión masculina, pero solo en inglés:


Lo venden por 7,99 euros. ¿Funcionará? La esperanza es lo último que se pierde... ;)

23 de octubre de 2010

La lactancia materna y mis conclusiones como mujer

El diario El Mundo publicó la semana pasada un artículo en el magazine dedicado a la lactancia materna (gracias, Teta Reina, por este enlace), que ha provocado bastante revuelo entre las madres defensoras de la leche materna. Como es un tema que, desde que tuve a mi hijo hace casi once años, me ha interesado, voy a hacer un paréntesis para contaros mi experiencia y mi opinión, por si a alguien le puede servir, y la semana que viene seguiremos con el clítoris ;).

Antes de nada, comentar que el artículo, aunque intenta parecer neutral, dando opiniones a favor y en contra, para mí tiene un tinte claramente anti lactancia materna y con algunas afirmaciones bastante absurdas (la mejor, que nos intentan vender la lactancia materna para volver a meternos en casa). Eso sin contar con que las fotos son muy desafortunadas, por decirlo suavemente. Así que hoy voy a sacar mi vena feminista, y como ya me conocéis y sabéis que soy bastante moderaba, imagino que ninguno me tomará por una fanática de la liga anti-hombres, Dios me libre! :)

No es que me parezca mal que alguien esté en contra de la lactancia materna y lo exprese, lo que me parece mal es que los humanos nos estamos deshumanizando cada vez más: no creemos en la pareja, no queremos tener hijos, no queremos amamantarles, nos conocemos por internet, nos aislamos cada vez más de la familia y los amigos, preferimos el sexo por deporte al sexo por amor, vivimos para trabajar, no respetamos a los mayores, etc, etc, etc. Vamos, un panorama que a mí cada vez me asusta más.

Cuando me quedé embarazada de mi primer hijo (y único hasta ahora, el segundo está en camino), la pregunta del millón era:

-         -  ¿Le vas a dar el pecho?

Y mi respuesta universal:

-        -   Si puedo, sí.

Respuesta de lo más tonta, porque salvo problemas muy poco frecuentes, todas las mujeres pueden amamantar a sus hijos, que para algo somos mamíferos, digo yo… Pero de eso me di cuenta luego. El caso es que el niño nació y yo tenía un montón de informaciones contradictorias, y muchas veces falsas, en la cabeza. Algunos ejemplos:

-        -  Si vas a darle el pecho, ni loca le acerques un biberón o un chupete en los primeros días: Mi hijo nació con más de cuatro kilos, y al pobrecito lo poco que salía del pecho no le daba ni para empezar, así que las tres primeras noches le di un poquito de biberón (30 ml) y pudo dormir tranquilo. No pasó absolutamente nada, sólo me llevé una bronca de la matrona por haberle dado un biberón, pero mi instinto me decía que el niño tenía un hambre canina, y si algo no suele fallar, es el instinto.

-        -  No lo tengas más de 10 min en cada pecho, que te saldrán grietas: Yo lo tenía entre 20 y 30 en cada uno, al menos cinco o seis veces al día, y nada de nada, ni la más mínima grieta ni escozor, ni quiste, ni nada. Como todo, eso depende de cada mujer.

-         -  Cada vez que le des el pecho tienes que lavarte con agua tibia, antes y después de darle, por higiene. Vamos a ver, el niño nace con algunas defensas, y las que no tiene las va cogiendo poco a poco, en parte de la leche. Me limpié dos o tres veces y aquello era un coñazo, además de totalmente innecesario. Con la ducha diaria vas lista, al niño no le va a pasar absolutamente nada.

-         -  Puede que tu leche no sea buena y tendrás que comer mucho y muy equilibrado para hacer buena leche. En fin… Con comer normal y beber bastante, o lo que es lo mismo, hacer lo que te pida el cuerpo, que es muy sabio, vas a tener más que suficiente. Y, por supuesto, te recuperarás antes del embarazo y el parto. La imagen de vaca lechera que pretenden vendernos algunos es un poco cómica, la verdad.

-         -  Puede que no tengas bastante leche. Mentira cochina, si le das el pecho a demanda no tienes por qué tener problemas. ¿Y qué es eso de dar el pecho a demanda? Eso mismo me preguntaba yo, y resultó ser muy fácil: cuando tenga hambre. ¿Y cómo sé si tiene hambre? Muy fácil también: sigue tu instinto.

-         -  Si le das pecho no dormirá del tirón porque la leche materna no alimenta lo suficiente. Otro mito. Mi hijo era grande, estaba en el percentil 90, y solo tomaba pecho y una papilla de pollo y verduras al día a los seis meses. Apliqué el Duérmete Niño, que fue mi salvación, y dormía del tirón 12 horas, sin inmutarse.

-         -  Cuando empieces a trabajar tendrás que dejar de darle: A mí me gustaba tanto darle pecho, que me compré un sacaleches y a la hora del almuerzo me sacaba la leche (en 15-20 min 200-250 ml, más que suficiente para un biberón a media mañana el día siguiente), la metía en la nevera, al llegar a casa la congelaba, y al acostarme la sacaba de nuevo a la nevera, de manera que por la mañana se la daban en biberón.

Total, que cuando nació mi hijo yo sólo tenía una cosa clara: no iba a dejar entrar a nadie en mi habitación hasta que no me hubiera puesto al niño al pecho, porque aquello me parecía algo sobrenatural y dificilísimo, por si no se agarraba. El caso es que cuando me lo acerqué ocurrió lo normal: que se enganchó como si hubiera mamado toda su vida.


Un inciso: Por supuesto que hay casos especiales en los que la madre tiene dificultades para dar pecho y puede tener que dejarlo, de la misma manera que hay mujeres que tienen dificultades para tener hijos, pero son excepciones que nos quieren vender como algo muy habitual, y no es así. Al final lo único que se consigue es generar ansiedad, y eso sí que puede crear un problema donde no lo hay.


Estos son los mitos con los que yo me encontré. Para mí, el problema principal con el que nos encontramos las mujeres es la falta de información. Nuestras madres son de la generación del biberón y muchas no nos pueden contar cómo lo hicieron porque les duró poco o nada, y hay demasiadas opiniones contradictorias.

Leyendo lo del sacaleches en la oficina muchos pensarán que menudo coñazo, para eso mejor un biberón, pero lo cierto es que no me costaba nada hacerlo porque la satisfacción de dar el pecho es tan grande, relaja tanto, resulta tan cómodo porque le puedes dar en cualquier sitio sin llevar biberones, que lo haces casi más por ti que por él.

Pero tampoco soy una fanática radical, ni mucho menos. Lo que creo es que hay que dejar que cada mujer lleve su ritmo y siga su instinto, sin presiones, y sin hacer que se sienta culpable por dar o no dar el pecho. Creo sinceramente que si se deja que la naturaleza haga su trabajo, la mayoría de las mujeres sabrán apreciar todas las ventajas de la lactancia materna.

Lo malo es que vivimos en un mundo que nos presiona hasta el límite, especialmente a las mujeres: Tienes que ser una buena madre, una buena profesional, una puta en la cama, estar estupenda de la muerte, tener un hijo antes de los 35 porque se te va a pasar el arroz, tener más de un hijo porque “¿no te vas a quedar sólo con uno, no?”, y no sé cuantas cosas más. Al final lo mejor es dar un puñetazo en la mesa y decir: “¡VALE YA! Voy a hacer lo que pueda, voy a establecer mis prioridades, y a quién no le guste, mala suerte. Tendré hijos si quiero, me casaré si quiero, iré al gimnasio cuando pueda y si me apetece. Haré lo que pueda y siguiendo mi instinto, que no es poco”. Parece fácil, pero no lo es. Yo a los 43 empiezo a conseguirlo, pero solo voy por el principio. Como en todo, lo importante es empezar ;).

12 de octubre de 2010

El clítoris, ese gran desconocido (Parte I: el sexo oral)


Estuve tres años con este título escrito y sin saber cómo meterle mano al tema, pero hace cosa de un año me llegó la inspiración y lo escribí del tirón. Luego empecé con el blog y no me atreví a publicarlo, así que el otro día dije “va, lo anuncio y así ya no me escapo”. Y ahora claro, he sacado la lengua a pasear y no me puedo echar atrás, así que lo he retocado un poco y ahí va.

Espero que ningún hombre se mosquee, ya que todo está escrito con mucho cariño y con intención de pasar un buen rato y debatir en los comentarios, que suelen ser lo mejor, pero yo, por si acaso, aviso.

No voy a entrar en una descripción anatómica del clítoris, con fotos incluidas, que no se asuste nadie :D. Para eso ya tenemos Wikipedia, por ejemplo, aquí. Y también un documental que lleva el mismo nombre que el título de este post, y que todavía no he visto, aunque imagino que no tiene nada que ver con lo que os voy a contar (que conste que el título lo puse yo antes de saber que existía el documental, por eso no lo he cambiado). Lo que voy a hacer yo es una clasificación de hombres dependiendo de su habilidad con el clítoris.

Una cosa más: todo lo que digo es rigurosamente cierto, ya sea por propia experiencia o por la de las amigas, que son totalmente de fiar, no me he inventado nada, y seguro que hay muchos más ejemplares, espero que me iluminéis con vuestros comentarios ;). Pues nada, no me enrollo más, vamos con el post.


Es asombrosa la cantidad de hombres que desconocen completamente el clítoris y sus alrededores. Para algunos esa zona es algo así como una jungla inexplorada, no solo por su desconocimiento del tema, sino también por el miedo que les da. Y como ya se sabe que los hombres no preguntan nunca, ¡como para preguntar acerca del clítoris!

Para empezar, yo distinguiría entre varios tipos de hombres a la hora de “hacerte eso” (por si alguien se ha perdido las definiciones en los inicios del blog, en el post “La noche: vocabulario básico”, “eso” es sexo oral):

-       El “indeciso”: Un besito por aquí, un poquito por allá, ahora arriba, ahora abajo, ahora más despacio, luego más deprisa, otra vez más despacio, … ¡chico! ¡decídete! Suele ser desesperante por culpa de la expectación generada. Lo mejor es sugerirle que se salte esa parte, porque ¿para qué?

-       El “mosquito”: Coge el botón, ¡y aspira! ¡Así, seguidito! ¿? Como el ímpetu no le durará mucho, resígnate y espera a que cambie de tercio.

-       El “religioso”: “Yo eso no lo hago porque es pecado”. Juro por mi madre que es cierto… Eso sí, ¡que tú se lo hagas a él no es pecado! Este espécimen suele tener todo un repertorio de ideas peregrinas donde las haya. Por ejemplo… “Sólo una mujer virgen puede disfrutar con su marido”, “A las mujeres no les gusta masturbar a los hombres, lo hacen solo para complacerles”, “A un hombre no le puede gustar una mujer mayor que él”, y un largo etcétera. Por supuesto ante un ejemplar así, ¡sal corriendo! Salvo que te vaya ese rollito, en cuyo caso no estarías leyendo esto ;).

-       El “lanzao”: Sabiendo que tienes la regla, te pregunta: “¿Llevas Tampax? ¿Puedo?”. Ante tamaña sorpresa, sobre todo si no se trata de una relación “formal”, si solo eres capaz de balbucear un “sí, claro…”, aparta el hilo y a lo suyo.

-       El “despistao”: Por raro que pueda parecer, los hay que ni haciéndoles un mapa a tamaño real serían capaces de encontrarlo. Puedes empezar a decirles “Más arriba”, “Más abajo”, “Ahí”, “No, era ahí…”, “¡Para!”, “Ahí, sigue…”…. ¡Buf! ¡Agotador! Con tanta explicación se te acaba cortando el rollo y pasas a otra cosa por aburrimiento.

-       El “remilgao”: “Es que sabe raro…”. ¡Pues no va a saber a fresa, digo yo! O bien… “Es que me gusta rasurado…”, ¡y va él y tiene la selva del Amazonas! ¡Que te acercas y crees que va a salir un pigmeo, y el día que se rasura no sabes a cuantos gnomos habrá matado!

-       El “telépata”: Ese es el maestro. No se sabe cómo, pero sabe cuando parar, cuando seguir, cuando aquí, cuando allá, … Es difícil que surjan por generación espontánea, pero es posible. Lo normal es que ocurra tras unos meses o años de aprendizaje, a menos que se trate de individuos con un sexto sentido.

-       El “de la sopa”: No me preguntéis por qué, ¡pero a alguno le da por soplar! Como si tuviera que enfriar la sopa, igualito. Claro, a una la deja totalmente descolocada, no eres capaz de articular palabra. Yo me pregunto… ¿Habrá mujeres que les soplen a ellos haciéndoles “eso”, ¿¡como si fuera una vela!? ¿No se han parado a pensar que da frío? :P

-       El “lobo feroz”: Ese es el que va “a saco”. Da un poco de miedo, la verdad…

¡Ah! ¡Muy importante! Siempre recién afeitados ;).

En definitiva, cualquier hombre que llegue a dominar el conocimiento del clítoris, "ese gran desconocido”, conseguirá un amor incondicional por parte de la mujer, además de tener asegurado su éxito en horizontal. Y como en todo, la práctica hace al maestro, así que ¡hala! A practicar… J


La próxima vez, hablaremos de trabajos manuales: “el sexo digital”. Sí, ese que se hace con el dedo (el de tu pareja, no el tuyo, eh!).



6 de octubre de 2010

Test del cuatro y TAG


Los que me conocéis sabéis que no soy muy dada a hacer memes, pero me han nominado tres veces para este (el TAG) y  no es plan de hacer un feo, digo yo ;). Como poco antes me nominó Papá Lobo para el Test del Cuatro y le contesté en su propio blog, lo pongo aquí para que no diga que le discrimino :).

Allá voy...

EL TEST DEL CUATRO

4 cosas que llevo en el bolso
- 2 móviles, el del trabajo y el personal (bueno, eso son dos cosas, supongo...).
- Más llaves que un sereno.
- Gafas de sol.
- Una moleskine donde escribo ideas de algunos post.

4 cosas favoritas de mi habitación:
- Mi oso panda sin el que no sé dormir.
- Mi marido, que vale por tres (no por tamaño, que conste) ;).

4 cosas que me gustan ahora mismo:
- Estar embarazada.
- Estar felizmente casada.
- Mi trabajo.
- La relación con mi hijo, cada vez lo disfruto más.

4 cosas que siempre he querido hacer:
- Haber sido médico (ginecólogo o pediatra), y acabé siendo ingeniero (industrial).
- Tener 3 o 4 hijos. De momento tengo uno y otro en camino. No creo que me dé tiempo a más.
- Vivir una temporada en el extranjero (nunca lo he hecho).
- Ser buena en algún deporte.

4 cosas que no sabías de mí:
- De pequeña me llamaban china y me cabreaba mucho.
- Estoy operada de miopía, también me llamaban cuatro ojos.
- Se me dan muy bien el punto y el ganchillo, soy toda una experta.
- Me encanta el yoga, ha sido un descubrimiento tardío.

Las 4 canciones que no me puedo quitar de la cabeza (qué difícil):
- Mul Mantra, de Snatam Kaur  Increíble, como casi todas las suyas. Para relajarse. Ahora mismo no tengo más en la cabeza.



EL TAG
Nota: Como seguro que me salto alguna pregunta porque igual me ha nominado alguien y no me he enterado, avisadme y la añado


1. ¿Te llevas bien con tu suegra? 
¿Con cuál? ¿La exsuegra o la actual? ;)

2. ¿Cuál es tu reto?
Ser mejor persona cada día.

3. ¿Qué le dirías a tu jefe si te tocara la lotería? 
Hasta luego, Lucas!

4. ¿Qué harías si descubrieras que alguien te está mintiendo?
Si es una mentira piadosa a lo mejor lo entendería, pero las mentiras gordas no me gustan ni las encuentro necesarias, siempre recurro al refrán de mi abuela: "se pilla antes a un mentiroso que a un cojo".
 
5. Si se quema la casa y sólo puedes salvar una cosa, ¿qué salvas?
El bolso, por aquello de la documentación.

6. Entras en un sitio con mucha gente, ¿qué haces?
Si tengo plan B, salir corriendo. Si no, respirar hondo.

7. Ves el vaso medio lleno o medio vacío?
Medio lleno casi siempre.
 
8. Te encuentras con una lámpara mágica, ¿qué tres deseos pides?
- Que el niño que tengo "en el horno" salga sano.
- Que mi marido pueda estar más tiempo en casa.
- Llegar a viejecita con mi marido al lado.

9. ¿Qué te llevó a escribir un blog?
Me gustaba escribir y me lo sugirió una amiga.

10. Si fueses un dinosaurio, ¿cómo te llamarías?
¿Hay algún diplodocus de tamaño reducido?
 
11.¿Querrías cambiar algo de tu pasado?
No, porque eso modificaría el presente.

12. ¿Cual es tu sueño? 
Tener una vida "normal" (o lo que es lo mismo, que mi marido no pase dos meses fuera de casa y uno aquí).
 
13. ¿Qué es lo más vergonzoso que has hecho?
Pues no recuerdo nada, soy una persona bastante discreta.

14. ¿Con qué "1º vez" de tu vida te quedas y por qué? 
Con la segunda vez que me casé, fue un día inolvidable y la guinda de una larga historia.

15.¿Te acostarías con alguien por una apuesta?
No.


No nomino a nadie en particular porque ya estáis casi todos nominados, así que si a alguien le apetece, el test es suyo. Y el del cuatro también.


Prometo volver pronto con más historias. La siguiente... "El clítoris, ese gran desconocido".