Por los comentarios de la entrada anterior, “Vamos a ayudar a la mamá a recoger la mesa”, deduzco que el sector femenino está muy quemado con el tema de “AYUDAR”. Y lo pongo entre comillas porque, por unanimidad, las mujeres consideramos que nadie nos tiene que ayudar, que las tareas del hogar se deben “COMPARTIR”.
Yo siempre he sido muy guerrillera en ese aspecto, pero confieso que pasados los cuarenta, he tirado la toalla. Soy una rajada, sí, pero es que se trata de una cuestión de supervivencia pura y dura. Si me pongo a pensar en toda la energía que he consumido en la lucha por la igualdad doméstica, y que podría haber dedicado a otra cosa, me deprimo mortalmente.
Pero claro, tampoco me voy a quedar con los brazos cruzados, eso nunca, así que he desarrollado un método para que mi marido “me ayude”.
INCISO: Para quién no me conozca, o me conozca poco, me gusta de vez en cuando hacer este inciso, no vayan los lectores a pensar que soy de la Liga Anti-Hombres o algo por el estilo, Dios me libre… Todo lo que cuento aquí es con cariño y para compartir mis teorías y experiencias acerca de hombres y mujeres, y para eso tengo que generalizar, no conozco otra forma. Hay hombres que se salen de los tópicos, al menos en algunos aspectos, y conozco a más de uno, pero no son la mayoría. Dicho esto, que nadie me tome muy en serio ;).
Vamos allá. En primer lugar, hay que tener claro que, salvo contadas excepciones, hay determinadas cosas que nunca hará un hombre voluntariamente:
- Cambiar las toallas o las sábanas. Y no es que no se den cuenta de que necesitan un cambio, porque si tú te rebelas y decides esperar a que lo haga él, algún día te dirá: “Esta toalla ya huele”. Sin comentarios.
- Limpiar la casa. Por supuesto, nunca esperes que tu marido te diga un sábado por la mañana (o cualquier otro día, puedes elegir el que quieras), “Nena, vamos a limpiar la casa”. Esto es ciencia ficción, sencillamente. Lo normal será esto: tú, “Cariño, tenemos que limpiar la casa”, él: “¿Tiene que ser ahora?”.
- Comprarse calzoncillos. Lo hará su madre, o en su defecto, tú (hasta su abuela en algunos casos documentados). Este punto lo analizamos este día, y dio como resultado un interesante debate sobre las bragas.
- Organizar los armarios. Ellos nunca tiran nada, ni siquiera si es tres tallas más pequeño, está roto o pasado de moda. Tendrás tú que rebuscar en su armario y actuar en consecuencia. Cuando le digo a mi marido “Esta semana voy a ordenar los armarios”, su reacción es siempre la misma: “¡No me tires nada!”.
- Colocar los cojines del sofá y arreglar la funda/sábana que lo tapa. Vamos a ver… ¿dónde se ha visto a un hombre que, estando su mujer en casa para hacerlo, se ponga a arreglar el sofá? Seguro que hay alguno, pero yo no lo conozco. Sí que conozco casos de hombres solteros que lo hacen, pero porque no tienen a nadie que lo haga por ellos. En cuanto se emparejan, pierden las buenas costumbres. Y mejor no nombrar los casos de hombres solteros a los que su madre va a limpiarles la casa, plancharles la ropa y llenarles la nevera. Si es que con esos antecedentes, ¿qué queremos?
Un ejemplo sangrante de “mala educación” doméstica es el de recoger la mesa, del que hablé en el post anterior. Yo, que he vivido con dos hermanos varones, a la hora de recoger la mesa os puedo asegurar que la conversación familiar suele ser más o menos esta:
- El padre: Nena, ayuda a tu madre a recoger la mesa.
- La nena: ¿Y qué pasa con ellos? ¿Son mancos?
- Los nenes: ¡Joder, cómo eres! ¿A ti qué más te da?
- La madre: Dejadlo, que ya lo hago yo…
Claro, con este ejemplo, ¡ya me contaréis!
Una vez asumido esto, que no van a “compartir” las tareas domésticas, nos pongamos como nos pongamos, podemos hacer dos cosas:
- La primera consiste en contratar a una señora que haga las tareas más duras, la limpieza “gorda”, y si puede ser, que también planche. Y pagarle a medias, por supuesto. Claro, esta opción no siempre se puede hacer, y menos con los tiempos que corren, pero si se puede, aunque sea a costa de algún sacrificio, es altamente recomendable, porque te ahorrará muchas peleas.
- La segunda es asignarle otras tareas “menos femeninas”, e insistir para que las haga, aquí no hay negociación posible. Porque una cosa que nos pierde a las mujeres es que tendemos a negociarlo casi todo, a buscar puntos de encuentro, a convencerles, y lamentablemente, a veces hay que decir eso de “porque sí, porque te toca hacerlo”, o “eso no lo puedes hacer porque yo no quiero”. Suena muy duro, pero creo que es cierto: hay momentos en los que es necesario plantarse, porque las consecuencias de ceder pueden ser mucho peores.
SEGUNDO INCISO: Para que el método funcione sin que pases por una bruja mandona, el marido tiene que estar “bien follado”. Por ti, preferentemente, claro…
Sigo. Lo que yo he descubierto con los años es que los hombres hacen ciertas tareas domésticas más a gusto que otras, seguramente porque son más masculinas (o no tan femeninas) y les molesta menos hacerlas.
Y no solo eso, (y aquí es donde me arriesgo mucho, los hombres me pueden matar… :P) : ¡A los hombres les gusta que les digamos lo que tienen que hacer! Sí, mujeres del mundo, si todavía no os habíais dado cuenta, pensadlo bien: ¿Desde cuándo a tu marido le gusta hacer la lista de la compra? ¿Qué haría un hombre sin su secretaria? ¿Qué harían de pequeños sin que sus madres les organizaran la vida?¿Cuántas cosas se dejan fuera de la maleta si tú o su madre no les ayuda? ¿Cómo organizarían su propia boda si su futura mujer decidiera dejarse llevar? ¿Cómo sabrían qué corbata elegir? ¿O qué cortinas poner? Los ejemplos son infinitos.
Veamos ejemplos a la inversa: ¿Qué cosas es capaz de organizar un hombre él solito? Mmm… A ver…:
- Ver el fútbol con los amigos. Si es en el bar no tiene que hacer nada, si es en casa, solo tiene que comprar cervezas y pedir pizzas.
- Elegir el traje que se va a poner para ir a trabajar. Lo de elegir también la corbata, no siempre.
- Hacerse la maleta (Eso los jóvenes, los de más de sesenta no lo tengo claro y no me atrevo a generalizar, aunque con la famosa frase de nuestras madres, “lo hago yo, que tú no sabes”, me temo que han hecho pocas maletas. Cuánto daño ha hecho esa frase...).
- Ordenar sus descargas de películas y música.
- Organizarse en el trabajo. Bueno, eso los que no son dependientes de la secretaria, que son muchos, sobre todo si tienen más de cincuenta.
A mí no se me ocurren más, aunque me han salido bastantes, y tengo claro que los de menos de cincuenta han mejorado muchísimo la especie ;). Si al final va a ser verdad eso de que “detrás de un gran hombre siempre hay una mujer sorprendida”. ¡Ay, no! Era “… siempre hay una gran mujer” :D.
Una vez asumido que a los hombres les gusta que les organicemos la vida, porque son cómodos por naturaleza, lo que tenemos que hacer es escribir listas de tareas. Una lista típica de las mías podría contener cosas de este estilo:
- Cambiar el interruptor del baño.
- Cuando yo trabajo y él no, comprar la comida (ya preparada) para el medio día.
- Conectar el equipo de música o cualquier aparato electrónico de la casa.
- Instalar o arreglar cualquier cosa relacionada con la informática.
- Ir a la farmacia o al supermercado (con otra lista).
- Pelearse con el del seguro, el del banco, el administrador de la comunidad, el perito (aunque normalmente yo me he peleado previamente, a él lo mando “a rematar”).
- Acompañar a mi hijo a comprarse “cosas de chicos”: gafas de sol, camisetas, juegos de Nintendo, etc.
No es igual que compartir las tareas, pero al fin y al cabo son cosas que dejas de hacer tú y tiempo que ganas. A mi marido lo tengo ya tan acostumbrado, que cuando llega a casa después de pasar dos meses fuera, me dice: “Churri, dime qué tengo que hacer”, y yo le saco la lista para que vaya haciendo. Y por supuesto, la voy actualizando, que continuamente salen cosas nuevas. Por cierto, no hay que olvidarse de marcar las prioridades, que si pones muchas cosas se lían y no saben por cuál empezar! :P
Nota importante: Si te dice “Tú dime, que ya lo apunto yo en la PDA”, con la mejor de sus intenciones, ¡No le dejes! Eso es como llegar a algún sitio raro con el GPS, es la mejor forma de perderse, a menos que le preguntes a alguien por el camino. Lo tradicional nunca falla, así que hazle la lista en un papel y que vaya tachando, no te dejes convencer.
Total, que en definitiva, se trata de que la relación esté equilibrada. Uno de los problemas típicos de muchas mujeres es que dan tanto y reciben tan poco a cambio, que la relación se va enturbiando cada vez más. Algo de esto nos cuenta el increíble Mark Gungor en este vídeo, vale la pena verlo, como todos los suyos:
Escribiendo estas cosas para el blog me doy cuenta de muchas cosas en las que no había caído hasta ahora. En este caso, por ejemplo, hasta hace dos semanas no era realmente consciente de que había tirado la toalla en la lucha por la igualdad doméstica, fueron vuestros comentarios los que me hicieron darme cuenta.
ResponderEliminarTampoco era consciente de la técnica de supervivencia que estaba utilizando, asignándole otras tareas a mi marido, y tampoco me había parado a pensar en que los hombres suelen ser cómodos y no les molesta que les organicemos la vida.
Hablando de todo esto con mis amigos me doy cada vez más cuenta de otra cosa: lo mucho que han cambiado los hombres en los últimos años. Nos quejamos mucho, y con razón, no digo que no, pero si los comparamos con la generación de nuestros padres, la diferencia de actitud es abismal.
No creo que lleguemos a ser nunca iguales, por la sencilla razón de que somos diferentes, y eso no se puede cambiar, pero sí que creo que se seguirá mejorando. Igual soy una ilusa o confío demasiado en los hombres, no lo sé... ;)
Besos a todos.
Mi padre creció con nueve hermanos más, lo que significa que en su casa cada cual debía apañarse solo para ciertas cosas. Pero desde el mismo día en que se casó ¡¡¡dejó de pelar la fruta!!! Mi madre se pasó 50 años pelándole la fruta. Si no se la encontraba pelada en el plato no la comía, y eso que le gustaba muchísimo.
ResponderEliminarPoco a poco, con mucho esfuerzo por mi parte, fui convenciendo a mi madre de que podíamos enseñarle algunas cosillas. Y al final le enseñamos a usar el microondas para calentarse la comida que le habíamos dejado preparada cuando nos íbamos por ahí. También le cogió cierta afición a ir con el coche a hacer la compra grande al hiper. Eso sí, con una lista muy clara, muy clara, a veces completada con el cartón recortado de la envuelta del producto exacto que queríamos. No conseguimos mucho más, pero teniendo en cuenta del punto de donde partí, no me quejo.
Kotinussa, lo de la fruta es un clásico :D! Es increíble lo que se han dejado hacer nuestras madres. A la mía, lamentablemente, no he conseguido convencerla de nada, y hace tiempo que tiré la toalla porque solo conseguía que hubiera movidas en casa, porque mi padre y mis hermanos se defendían con uñas y dientes. La frase favorita era "si a ella le gusta hacer todo eso", y mi madre a tragar. Y tampoco yo hacía mucho, no creas, que nos dejábamos querer todos.
ResponderEliminarLo cierto es que luego mis hermanos han cambiado muchísimo, pero en sus respectivas casas, y estoy segura de que entienden que las cosas no deben ser como eran antes.
Lo de darle los cartones de la lista de la compra es una idea buenísima!!! :D
Un beso!
Cuando mi ex novia se decidió a hablar sobre mí a su madre, lo primero que le dijo fue: "mamá es un encanto, siempre limpia la mesa y friega los platos después de comer, coloca toda la casa y hace la cama mientras me ducho, etc, etc..." (ni una palabra sobre si soy simpático, agradable, buena persona o similar). Visto lo visto, ahora lo entiendo todo jejejejjeje.
ResponderEliminarNota 1: no se dejen engañar, no seré tan majo cuando acabó siendo un ex.
Nota 2: no, no lo hacía para impresionarla... es que soy así de apañao (y visto lo visto, de marciano) :-)
Jejejeje gran post
Hombre, yo también quiero pensar que poco a poco vamos avanzando en algo, y que los hombres de son bastante más "apañados", pero creo que aún les queda mucho por aprender (con honrosas excepciones, claro!)
ResponderEliminarAsí que nada, a poner en práctica tus sabios consejos! La verdad, siempre nos haces aprender cosas nuevas y muuuuy útiles, no sé qué haríamos sin tu blog, jajaja!
Un beso y buen fin de semana
Por cierto, impresionante lo de la fruta, yo pensaba que eso sólo pasaba en la época de nuestros abuelos, pero ya veo que no!
ResponderEliminarEs una entrada super densa pero real como la vida misma. Yo tengo "suerte" en algunas cosas. Desde que los dos no trabajamos fuera debemos trabajar dentro. Y eso se llama compartir tareas. Yo soy de las que piensa que no hay que repartir todo al 50% sino que cada uno haga lo que mejor se le da o más le gusta... De todas formas, aunque, como digo tengo "suerte", sigo llevando la mayor carga yo.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo en que las madres, con su educación, tiene la culpa de muchas cosas, sobre todo en nuestra generación.
Por cierto, el ordenador es cosa mía.
Y la maleta también, porque si por él fuera,llevaría lo mínimo, mínimo...
Iván R, está claro que perteneces a las honrosas excepciones que conozco, eso está bien. Pero ten cuidado, no te pille una aprovechada, que también las hay, y acaben invirtiéndose los papeles! (Conozco algún que otro caso de esos, que son para matarlas!).
ResponderEliminarAlice, muchas gracias, jaja! Hoy le decía mi marido a mi hijo "cuando seas mayor te dejaré leer el blog de la mamá para que aprendas cosas sobre las chicas y los chicos". Lo de la fruta es muy fuerte. En mi casa no suele pasar porque la fruta favorita de mi padre es el plátano, y digamos que pelar un plátano es fácil, sería el colmo que te lo pelara tu mujer (connotaciones sexuales aparte ;) ).
Leticia, yo pienso lo mismo, el reparto se puede hacer de muchas formas. Y por desgracia suele ser lo normal que nosotras carguemos con más de la mitad. Yo al final me conformo con que al menos se nos reconozca lo que hacemos, porque hay muchos que encima no lo ven, y entonces es cuando te sientes realmente mal.
Y la educación que han recibido nuestras madres, y luego lo que han hecho ellas con sus hijos, con la mejor de las intenciones, ha hecho mucho daño. Lo peor es que cuando se quedan solas con sus maridos porque los hijos nos vamos de casa, y el marido se jubila, se encuentran con que son las criadas de su casa. Mi hijo hace poco me preguntó: "mamá, y la yaya cuando descansa? cuando hace algo para ella?". Al menos se da cuenta, que ya es mucho, y no lo entiende, no entiende que su abuela haga todos los días todo para los demás.
Al final, si lo pensamos bien, y a pesar de seguir cargando con el peso de la casa, puede que hayamos salido ganando con el trabajo fuera de casa...
Muchos besos a todos :).
Me voy a meter en un berenjenal yo solo. Con un par de cojones, nunca mejor dicho, jajajajajajaja.
ResponderEliminarVaya por delante la misma advertencia que hace Su para con sus críticas a los hombres, aplicado a las mías a las mujeres: no hay mala leche y es inevitable caer en los topicazos.
He convivido con varias mujeres como pareja sentimental y con hombres como amigos. Nunca un hombre me dijo "no me ayudas con la casa". Nunca un hombre me dijo "hay que cambiar el comedor que está desfasado". Nunca un hombre me dijo "es que a ti te gusta conducir..." (Pueden imaginar que me apasiona conducir en medio de un atasco de la hostia en una gran ciudad de la puta mierda. Es algo apasionante, oigan, el placer de la conducción en estado puro). Nunca un hombre me dijo "porfi, que me el ordenador se ha vuelto a romper. Las máquinas hacen lo que les da la gana..." (Eso diciéndolo con cara de promesa sexual si le arreglo el ordenador, para luego descubrir que las promesas se las lleva el viento). Nunca un hombre me dijo "lleva tú la compra que pesa mucho". (¿Cómo era aquello del trabajo? ¿Fuerza X espacio?) Nunca un hombre me dijo "Ah, ¿pero a los coches se les pone agua? ¿No van con gasolina?" Nunca un hombre me dijo después de que yo condujese durante 500 kms volviendo de viaje "hago yo la cena, pero friegas tú".
El victimismo femenino está a la orden del día y auspiciado por los medios de comunicación, al igual que a la inversa se denigra lo masculino. Las mujeres sois -generalizando- "amas de casa" por voluntad propia y pretendéis tener criado, como las señoronas. Un criado que se encarga de la tira de cosas que vosotras ni hacéis ni os nace ni apreciáis, mirándoos siempre vuestro dulce ombliguito.
La "liberación de la mujer", si se le puede llamar "liberación" a que los dos miembros de la pareja -independientemente de su sexo- tengan que currar obligatoriamente para poder salir adelante, dejando la educación de los hijos en manos de la televisión, no ha venido por los feminismos; ha venido por la tecnología: por las lavadoras, las cocinas, los supermercados... De no ser por estos adelantos tecnológicos, la mujer, ama de casa por voluntad y vocación, seguiría igual de esclavizada al hogar que siempre.
Y ahora lo que está ocurriendo es que curráis fuera de casa al estar tan "liberadas" (y no llegar a fin de mes si no lo hacéis) y curráis dentro de casa porque al hombre ni le nace ni va mucho con él.
Jugada perfecta del capitalismo salvaje: te jodo, pero es por liberarte. Ah, gracias, qué liberada me siento.
Pd: antes de que me fusiléis o me denunciéis a las bibianas: vivo solo, yo me lo guiso yo me lo como y nunca me riño a mí mismo: "Desclasadin, es que no me ayudas en casa..."
Espero que creas en el karma...un saludo
EliminarCon -supongo- permiso de Su y aunque este feo, me voy a autocitar porque viene mucho al caso:
ResponderEliminarCON ÁNIMO DE PROVOCAR.
Me quedo con las tácticas apuntadas para el futuro...
ResponderEliminarMe ha encantado la frase que nosotras damos mucho y ellos poco a cambio... Realmente es así pero tanto a nivel emocional como con las tareas de la casa, etc. Me ha encantado la entrada, muy instructiva y yo sufro constantemente lo de nena ayuda a tu madre... y los nenes tirados en el sofá que ni se mueven... En fin es por la generación y la educación de los padres, ellos nos la pasan de generación en generación y nosotras la vamos modificando.
Un saludo!!
Desclasado, no esperaba menos de ti (por la polémica) ;). Y por supuesto, tenéis todos mi permiso para autocitaros, luego te leo.
ResponderEliminarA ver, que cuentas muchas cosas. Vamos por partes:
- Lo de los hombres que viven entre hombres, como te diría yo... lo que suele ocurrir es que tienen la casa hecha una auténtica guarrada (y lo digo yo, que limpio lo que ve la suegra, no soy una loca de la limpieza). No hace falta ayudar a un hombre en la casa porque no detecta la necesidad de hacer gran cosa en ella, normalmente. Mis mejores amigos tenían un piso de soltero cuando estudiábamos en Valencia, y llegaba un momento en que la basura se acumulaba hasta tal punto en la galería, que hacían cadenas humanas hasta la puerta de la calle para pasarse las bolsas de basura, era tremendo.
- La ignorancia de las mujeres respecto a ciertos temas (como por ejemplo, el coche) en mi opinión son sangrantes, y el morro que algunas le echan a ciertos temas, también (que tu marido lleve solo las bolsas de la compra es una de ellas. Vale que él lleve más peso, pero no que lo lleve todo).
- Las promesas de favores sexuales a cambio de trabajo me parecen una aberración, aunque imagino que hay mujeres que lo hacen (no eres el primero al que se lo oigo decir). Lo de estar "bien follado", como seguro que has imaginado, no debe ser como chantaje o como forma de pago, se supone que les debe gustar a los dos.
- En lo que no estoy de acuerdo es en eso de que somos amas de casa por voluntad propia, al menos no del todo. Hemos visto a nuestras madres en ese papel, y las imitamos, tenemos ese instinto (por llamarlo de alguna manera). Lo malo es que a veces se pierde el norte con el tema del feminismo, y se acribilla injustamente a los hombres. Y se copia lo malo que tienen, en lugar de copiar lo bueno.
Lo que realmente creo que liberó a las mujeres fue el control de natalidad, especialmente la píldora. Y por supuesto, todos los adelantos tecnológicos. Eso sí, que hayamos salido ganando con el cambio, no lo tengo muy claro. Hemos perdido en calidad de vida, eso seguro, pero entre estar así y estar como nuestras madres, creo que mejor me quedo como estoy.
Besos!
PD: está bien esto de tener opiniones masculinas en el blog, últimamente había pocas ;).
teologiadeS, cuando vi el vídeo en el que cuentan lo de dar mucho y no recibir, pensé que era totalmente cierto para nuestras madres (aunque la tuya igual es de mi quinta, por ahí andará!), porque a los hombres se les enseñaba que ellos sólo tenían que preocuparse de llevar el dinero a casa, y claro, se quedaban en eso y punto. Encima, tampoco podían expresar sus sentimientos, así que acababan muchos castrados emocionalmente.
ResponderEliminarEntre los de menos de 40 el tema ha cambiado bastante. Ya no se lleva tanto eso de decirles a los hijos "los niños no lloran", o "llorar es de chicas", y el ejemplo que se ve en casa tampoco es el mismo. Al final los niños aprenden por imitación, y confío en que con los años eso vaya haciendo mella en ellos.
Tampoco podemos pretender que los hombres sean mujeres y se comporten como nosotras, y muchas veces nos quejamos tanto que parece que pedimos eso. Afortunadamente, somos diferentes y lo seguiremos siendo, así que más vale conocer esas diferencias, asumirlas, y por qué no, valorarlas.
Un abrazo!
Por cierto, muy recomendable el post de Desclasado...
ResponderEliminarDespués de dos años de convivencia, creo que me he dado por vencida.
ResponderEliminarYa no discuto por las cosas de la casa porque la úlcera que tengo se me va terminar haciendo del tamaño de un melón piel de sapo.
Pero todo: el tema de las sábanas y las toallas, los calzoncillos, la limpieza...en todo me he visto reflejada.
Nosotros, gracias a Dios, hemos podido contratar a alguien para la plancha y la limpieza "gorda", porque al principio quedamos en hacerlo "a medias" y me inflé a limpiar como una tonta los 3 primeros meses mientras que él le daba al Cristasol (sin fuste y sin sentido) a la mesa del salón.
Este hombre mío, su ducha, su maleta, su colonia, su ropa y recoger la mesa. Poco más, eh?
Pero ya no me condeno, que lo primero es la saludddddd..
Un beso guapa. Genial post, como siempre
Su: el aporte del control de la natalidad, muy certero. Se me pasó citarlo, tienes toda la razón.
ResponderEliminar"Amas de casa": a Dios pongo por testigo que todas las mujeres que he conocido sentían muchísimo más el concepto "hogar", que los tíos que he conocido. Yo incluido.
¿Heredado? ¿Instintivo porque al ser potenciales madres buscáis más la guarida? No lo sé, pero juro que eso es así desde mi percepción. (Generalizando, insisto).
Para mí, ser el "ama de la casa" es algo muy femeninamente vocacional. Y no lo estoy equiparando a "maruja", no es eso, es algo más profundo.
Pues claro que hay tías con un morro tremendo, al igual que tíos que no pegan palo en casa hasta lo sangrante. Estoy en casa de mi novia. No es en absoluto inútil. Tiene y ejerce laboralmente una carrera técnica. Me llama: "se me ha roto el tedeté, porfi cómprame uno y me lo pones..."
¿Alguien me quiere convencer de que mi novia es invalida para poner 4 clavijas en su enchufe correspondiente? No. Sencillamente da por asumido que eso debo hacerlo yo. Y como eso otras cosas.
Cactus, yo lo que digo es con los años nos volvemos más listas y acabamos asumiendo las limitaciones de nuestros maridos (y las nuestras, esas también).
ResponderEliminarY tú lo has dicho, lo primero es la salud. Yo mi primer aumento de sueldo, hace más de 15 años, lo destiné a contratar a la señora de la limpieza, llevaba tres años de peleas y no podía más!
Muchos besos. Me alegra ver que tu retiro es solo de tu blog, pero sigues por aquí ;)
Desclasado, lo malo viene cuando, como cuentas en tu post, esas tareas "masculinas" no se contabilizan como "tareas domésticas". Si pretendemos que hagáis las cosas de chicos, y que además compartáis el 50% del resto, el tema no funciona, lógicamente.
ResponderEliminarLo de las amas de casa, pues sí, es verdad que tenemos ese instinto, que nos gusta tener la casa medianamente ordenada, y seguro que es algo primitivo, es tener el nido en condiciones.
Y lo de la natalidad, ni te cuento lo importante que ha sido. Eso nos ha permitido retrasar el momento de tener hijos, y así posicionarnos laboralmente antes de meternos en el lío de la maternidad. Aunque luego el lío se vuelve monumental, pero ese es tema de otro post (o de varios).
Me estoy acordando de una polémica que tenía yo a veces con mi ex-marido: la definición de "TRASTO". Yo le decía "siempre estás dejando trastos", y el me decía "será un trasto para ti, porque para mí no lo es". Y era el cuento de nunca acabar. Yo entro al cuarto de mi hijo y me entran ganas de suicidarme, pero él ne inmuta!!! Es alucinante...
... quería decir "ni se inmuta"... ;)
ResponderEliminarEs que creo que el conflicto viene por ahí: vosotras sentís unas necesidades "caseras" que nosotros ni olemos. En ese aspecto se le está exigiendo al hombre que "sienta" vuestras necesidades. Y claro, es imposible, ni te nace ni entiendes bien por qué se ha enfadado ahora la amada ¡si está todo muy limpio!
ResponderEliminarCuando se le da falso tinte feminista al asunto y eso está ocurriendo, pasa lo que tú dices: las tareas tradicionalmente masculinas sigue teniendo que hacerlas el hombre, pero las tradicionalmente femeninas son "a medias". Pues vaya negocio...Ah, ¿te quejas?: ¡MACHISTA!
Bueno, bueno... voy a meterme un poquito con los hombres, que os estoy dando mucha vaselina ;). Hay una cosa que sí que creo que podéis hacer, y es fijaros un poquito más y hacer un esfuerzo. Entiendo que no os nazca ese tipo de ayuda, pero sabéis que esas necesidades existen porque no nos las imaginamos (no entro en casos patológicos de locas de la limpieza, me quedo en los normales, que son la mayoría). Y además sois inteligentes, así que, igual que nosotras hemos aprendido a movernos en un mundo de hombres, vosotros podéis aprender a moveros en uno de mujeres.
ResponderEliminarAl final es que nosotras nos volvamos algo más masculinas, y vosotros algo más femeninos, y para eso solo hace falta voluntad.
Sin olvidar que no podemos ser iguales, Ni falta que hace, por otro lado...
Lo negaré siempre. Está todo muy limpio, lo que pasa es que nosotros no somos histéricos. (Mientras tanto, la cucaracha mutante en la cocina acaba con los restos de la cena de ayer...)
ResponderEliminarPero joé, si no cambian ni el rollo de papel higiénico cuando se acaba...
ResponderEliminarY sí, en mi casa tb ha sido:-"Lourdes, la mesa!!"-. Y yo:-"Bueno, llama tb al niño, no?"-.
Pues no. El niño no tiene por qué poner la mesa...
Ainssss!!!
Besos, Su!!!
No sé, Su, no me acabas de convencer, la lista de tareas que has puesto no es demasiado "doméstica", voy a darle otro repaso y a leerme los 13 comentarios....
ResponderEliminarDesclasado, no te creemos, que lo sepas... ;).
ResponderEliminarLourdes, lo del papel higiénico es otro clásico, jaja. Y encima, si alguna vez lo ponen, es al revés (aunque ese es otro debate, cuando está del derecho o del revés).
Eva, no, si de domésticas no tienen mucho, por no decir nada. Digamos que es un sucedáneo que computa como horas de faena doméstica, para entendernos.
Besos!
¡La leche! ¿Qué quiere decir "poner el papel del revés"?
ResponderEliminarAhora que me acuerdo, una queja mía: ¿por qué las mujeres no cierran los envases de los cuartos de baño, gel y cosas así? ¿O es sólo la mía?
ResponderEliminarDesclasado hay gente muy maniática respecto hacia donde ha de colgar el rollo del papel higiénico, recuerdo una polémica que se montó hace años en las cartas de los lectores de La Vanguardia, la gente daba las explicaciones más peregrinas defendiendo si el papel ha de colgar pegado a la pared o haca afuera. A mi personalmente "me la bufa" como decimos por aquí.
ResponderEliminarLo de los envases de gel y demás tengo que decirte que va con la persona y no con el sexo.
A mí eso del papel ya me empieza a parecer un pelín neurosis. Vamos, que me la bufa, como dices.
ResponderEliminarLo del envase de gel fue una conversación con varios -hombres- compas de trabajo y casi todos coincidimos.Lo daba por algo femenino eso de dejárselos abiertos.
Pues a ver si lo de los tapones va a ser "zonal" porque en mi entorno las broncas siempre han sido porque ellos aparte de mear fuera (Su, post sobre el tema, please) se dejaban las botellas abiertas y los tubos de pasta de dientes espachurraos por el centro.
ResponderEliminarA mi todas estas cosas me la bufan también, si están abiertos los cierro y ya esta...
Que "bufona" estás hoy, así no sé cómo te vas a casar... (bufona por lo que hacen los gatos cuando amenazan, no por los enanos cascabeleros)
ResponderEliminarA mí me fastidia lo del envase de gel sin cerrar, caído y desparramadillo por la bañera, pero en fin...tampoco es motivo de divorcio.
Lo de mearse fuera, jajajajaja, la naturaleza juega en nuestra contra.
Bueno ahora la mayoría de tapones de los geles y champoos son de esos que no hay que quitar el tapón. Yo no tengo costumbre de dejarlos abiertos así que ese problema no lo he tenido nunca :)
ResponderEliminarSi ya tengo zapatos de boda y todo!! (Cortesía de Su) así que no me llames al mal tiempo hombre, que sólo me queda el vestido y el novio :P
¿Le has chorao a Su los zapatos de boda? Jajajajajaja
ResponderEliminarPues sí, ya te falta menos.
qué miedo me dais.... voy a leeros, cruzaré los dedos ;)
ResponderEliminarNo te preocupes, Su, esta vez Eva se ha portado bien.
ResponderEliminarjejeje, sois la pera... Voy por partes:
ResponderEliminar- Lo del papel higiénico es un clásico: está "bien puesto" con lo que cuelga por delante (es que no sé como explicarlo mejor). Mi ex lo ponía siempre al revés, aunque yo creo que era para fastidiarme. Solución: colocar el portarollos para arriba, en plan calentador de salchichas de frankfurt, y arreglao :D.
- Lo de los tapones, estoy con Eva, por aquí por el mediterráneo me parece que los hombres se los dejan abiertos más a menudo que las mujeres. Aunque lo cierto es que en mi casa nadie los cierra! El tema es importante si son de tapón de rosca y dejas el tapón puesto pero sin enroscar, y entonces agarras la botella por el tapón, y se te cae en la bañera (con el desparrame correspondiente). Lo sé porque me ha pasado más de una vez....
- Madre mía lo de mearse fueraaaaa!!! estoy muy sensibilizada yo con ese tema.
- Es cierto, le voy a regalar a Eva los zapatos de boda cuando se case, se los he prometido ;).
Yo lo del papel sigo sin entenderlo... Pues hay un canuto y se mete ahí el papel, y lo metas como lo metas si no cuelga de un lao cuelga del otro...
ResponderEliminarLo de mearse fuera a mí me lo han dicho muuucho.
Di que si, el caso es que cuelgue...
ResponderEliminarYo es que esto del papel es la primera vez que lo oigo...
ResponderEliminarPues hace años oí un caso en Estados Unidos, en el que una mujer se había divorciado del marido porque no ponía bien el papel higiénico. Lo juro....
ResponderEliminarYo creo que si te llevas bien, ni lo del papel ni lo de los tapones es un problema. Cuando te llevas mal, te molesta hasta que estornude :P
Es que eres un hombre de poco mundo ^_^
ResponderEliminarOs dejo lo que acabo de encontrar y me marcho. Cuando vuelva me lo leo yo también, a ver si aprendo algo:
ResponderEliminarhttp://www.bitacorismo.com/2009/02/11/el-papel-higienico-colgando-por-dentro-o-colgando-por-fuera/
No soy un hombre de poco mundo, Eva, lo que pasa es que no voy por ahí cagando por todos los sitios, oye.
ResponderEliminarAhora leeré eso, Su.
Ya he leído el enlace. En serio: la gente está como una cabra, me parece a mí.
ResponderEliminarYo lo acabo de leer. A ver, yo siempre lo he puesto para arriba porque me parece más cómodo. Eso sí, nunca se me habría ocurrido hacer una defensa a ultranza en plan ecológico. Yo creo que hay gente que se aburre, debe ser eso.
ResponderEliminarPor cierto, el razonamiento del ahorro de papel me lo hacía mi ex, pero intentando justificarlo con el papel por debajo. Me daban ganas de matarlo... ¿Que no le mandaré el tríptico? ;)
Hay ciertos momentos en que un hombre se anima a hacer ciertas cosas de la casa que nunca hace. Suele ser después de haber ganado un mundial, el primer día de vacaciones, 1 de septiembre, 1 de enero (días de buenos propósitos), en fechas así.
ResponderEliminarEn esos días, el hombre con toda su buena voluntad, tira a lavar las sábanas recién puestas, intenta preparar un pato a la naranja, o limpia el cuarto de baño.
Entonces, la mujer, cuando se libera del estado de shock que el produce el hecho, acude solícita a ayudarle (léase, a corregir todo lo que está haciendo mal). Termina haciéndolo ella. ¡Error!
Tenéis que dejar que nos equivoquemos.
Juanjo, cuánta razón tienes! Es verdad, las frases del estilo "déjalo, ya lo hago yo, que tú eres un desastre", y las críticas destructivas de muchas mujeres hacia sus maridos, hacen estragos.
ResponderEliminarYo nunca he tenido problema en que mis parejas hagan las cosas regular con tal de no hacerlas yo, y he sido muy mala. Recuerdo la primera camisa que me enseño mi primer marido para planchar. El diálogo fue parecido a este:
- Esta camisa la necesito. Está para planchar.
- Pues plánchala.
- Yo no sé plachar.
- Pues aprendes.
- Donde está la tabla y la plancha?
- En la galería.
(A todo esto, yo viendo la tele tranquilamente).
Media hora después, no exagero, se había planchado la camisa, no del todo bien, pero lo suficientemente bien. Yo no tuve ningún remordimiento, pero cuando mi madre se enteró, me soltó "¡nena, qué valor tienes!".
Un besote!
Hace mucho que te leo, me gusta como escribes y lo que cuentas, aunque nunca dejé un comentario por estos lares.
ResponderEliminarTienes mucha razón en lo que escribes en tu entrada pero... no sólo los hombres se hacen los remolones y no hacen según qué cosas. En mi casa somos 4 hermanos (2 chicas y 2 chicos), mi madre murió hace años y mi padre sería el máximo exponente de "inutilidad casera". Desde que falta mi madre la que lleva el peso de la casa soy yo y puedo decir que uno de mis hermanos "ayuda" más en casa que mi hermana. Con esto quiero decir que no sólo los remolones son hombres. Mi hermana me dice: "Es que no sé qué tengo qué hacer. Dímelo". Y tiene 31 años!!! Creo que ya es mayorcita. Ahora mismo estoy haciendo una prueba con ella, este mes estoy fuera de casa, sólo vengo los fines de semana y... decidí que no iba a cambiar la toalla del lavabo que compartimos, yo no me seco con ella porque huele a humanidad pero ahí sigue, lleva 15 días.
Mi padre ya es la leche, tenerle que comprar toda su ropa interior y acompañarlo a comprar la exterior, por supuesto y después detalles como limpiarse sus zapatos, si se lo recuerdo me dice... quién va a mirarme a los pies! Total, que de vez en cuando se los acabo limpiando yo.
Ay! qué desahogada me quedé, jejeje.
Besos.
Lo de los cojines del sofá y la sábana que lo tapa me ha llegado al alma, es mi madre quien me llama maniático a mí porque no solo lo arreglo constantemente, sino que exijo que los cojines estén en un orden correcto. xD
ResponderEliminarlaquesigueaquí, me alegro de que te hayas animado a comentar :). Tu hermana me parece a mí que le echa mucho morro, eh! Es verdad, al final hay una parte que depende de cada uno, sea hombre o mujer. Conozco a algunos hombres que hacen mucho más que muchas mujeres, y mujeres que abusan de sus maridos, de verdad (son las que no trabajan fuera de casa y dentro lo hacen todo al 50%, con lo cual, no sé donde está la igualdad).
ResponderEliminarLo de nuestros padres, madre mía... El mío sería como el tuyo si se quedara solo, no lo dudo. Estoy convencida de que los hombres "más modernos" han salido ganando muchísimo porque saben valerse por sí mismos.
X, vas a tener que darles un cursillo a mi marido y mi hijo, porque ellos son capaces de tener los cojines por el suelo, o amontonados en el sofá, y tumbarse encima! Y de la sábana ni te cuento, mejor lo dejo :).
Besos a los dos!
Jajaja. Lo de la media hora me lo creo. Yo tardaba eso como mínimo, al principio. La primera vez que lo intenté, recién casado y con alguna conjunción de planetas por medio, tardé eso y más. Me quitaron la plancha de las manos.
ResponderEliminarRecién divorciado -a la fuerza ahorcan- me tuve que poner y reduje los tiempos. No digo que el resultado sea óptimo, pero ahora no necesito a nadie para que me resuelva ese tipo de papeletas.
Besos.
Me siento taaan identificada... en casa Obi-Wan no me deja hacer la cama los domingos (dice que soy una histérica por quererla hacer todos los días) en compensación el resto de la semana se hace...
ResponderEliminarLo de la maleta... lo único que hace voluntariamente, con el resto has retratado al generalis homo sigloveintiunum.
Besos.
Hola Su, muy buen post, es casi todo cierto, pero siempre se puede llegar a un acuerdo, creo yo, cuando vivia con mi ex, el nunca hacia los baños, yo nunca bajaba la basura, y no nos lo echabamos en cara, simplemente era así.
ResponderEliminar¿Los coches? A mi no me gusta conducir, pero por eso si haciamos un viaje largo nos turnabamos, porqué conducir es un coñazo, que lo sé yo, no sé con empatia y queriendo a la persona, antes has dicho que si se quiere a la persona los pequeños detalles no importan, pero si no se quiere... te molesta hasta que estornude..y ese es el quid creo yo...
Besitos. Me gusta tu blog.
Muy buen post, con tu permiso puedo imprimirlo y pegarlo en la nevera??? Mas que nada para memorizarlo y cuando llegue el caso y vuelva a convivir con un macho alfa, no caiga en los mismos errores.
ResponderEliminarRecién casada, (vivíamos en una casa de tres plantas)cuando aún era inocente y crédula mi ex me aseguraba que no tenía por qué preocuparme que los dos una vez por semana, hariamos la limpieza juntos..ja! Efectivamente limpiamos juntos, pero creo que la primera semana, supongo que pensaría que con esa era suficiente....hasta que claro me transformaba, me empezaba a salir humo por las orejas, y él al verme venir con cara de asesina, pegaba un salto del sofá y...arreglaba muy bien los cojines y la mantita con la que se tapaba ;)
Sin embargo y aunque suene extraño, cuando no había mas remedio, no le importaba ponerse a planchar. Y por descontado lo de la electrónica y los coches, no había ni que decírselo.
Debo además darte toda la razón y reconocer que dentro de todo lo malo y lo que "nos quejamos" de ellos, han cambiado mucho las cosas. Porque los hombres de antes....mejor me callo
Besossss
Tampoco es tan complicado hacer que arrimemos el hombro. Fíjate en mí, yo hago las tareas domesticas en c asa y nadie me las tiene que mandar. Espera, ahora que pienso… no sirvo que yo vivo solo :)
ResponderEliminarUn hombre puede vivir solo, limpiar la casa, cambiar sábanas y demás, sin que una mujer le diga cómo y cuando lo tiene que hacer. Doy fe de ello.
ResponderEliminarBesos.
Juanjo, ni te cuento cuánto tardó en coser el primer botón!!! Y la de vueltas que le dió, no se iba a caer en la vida. Todo para hacerse el mártir y demostrarme lo mala que era yo, pero no coló, jeje. Yo estaba a su lado leyendo una revista. Eso sí, gracias a mi insistencia se volvió de lo más apañao ;).
ResponderEliminarLeia, el mío también se hace la maleta él solito, pero curiosamente se hace muy bien la que necesita para estar dos meses fuera de casa (la de ida, porque me temo al hacer de vuelta, con la emoción, se deja allí bastantes cosas). Eso sí, la última vez que tuvo que pasar una noche fuera, me dijo: "churri, ¿qué meto en la maleta?". No me caí de culo porque estaba sentada! Y se olvidó el pijama... :D
Seoane, es totalmente cierto. Si te llevas bien llegas a acuerdos amistosos con todo, pero como empieces a llevarte mal, puede ser la guerra! Me alegra verte por aquí, y que te guste mi blog :).
Kobal, tú lo has dicho, no sirves como ejemplo porque vives solo! Bueno, cuando vivas con alguien nos cuentas si sigues haciendo todo eso, o "se te olvida" ;). Bromas aparte, los hombres sois muy apañaos cuando queréis, doy fe.
Jauroles, me lo creo, seguro que eres un ejemplo de orden, y además con música de fondo, por lo que leí en tu blog ;).
Muchos besos a todos! :)
Sieslo, me olvidaba de ti! Es un poco largo para la nevera, pero te puedo hacer un resumen con lo principal para plastificarlo y ponerlo de recordatorio, jajaja!
ResponderEliminarUn besote!
si me permiten que se me olvide la plancha yo me meto en la cocina a preparar el rancho Su :)
ResponderEliminarKobal, un marido que cocine vale mucho! Seguro que puedes negociar con la cocina.
ResponderEliminarUn consejo gratuito: no hagas nunca lo que hacen muchas mujeres, o se esto:
- Qué quieres para cenar?
- Mmm... Pollo.
- No! Pollo no, pescado.
- Entonces para qué preguntas!
Eso lo sufrí yo con un marido cocinero, doy fe de a veces se intercambian los papeles! :D
Lo tendré en cuenta para la próxima candidata jajaja
ResponderEliminarPeor es el que todo le da lo mismo...
ResponderEliminar¿que te apetece pollo o pescado?
Me da igual...
Con mi ex-marido las cosas funcionaban de una manera bastante extraña... no sé...e´l se ocupaba de una gran parte de las tareas domésticas sin que yo le dijera nada...eso sí, había cosas que para él no existían...como limpiar la terraza, o los baños, o poner la lavadora. Por otro lado, tengo que decir, que he vivido en ocho casas y TODAS las he pintado yo, en esta última incluso coloque las cortinas, las baldas, los estantes, etc...
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo, a los hombres les encanta que les digamos lo que tienen que hacer pero cuando tienen que demostrar la fuerza se crecen y no te dejan ni abrir la boca
ResponderEliminarPues yo creo que por lo menos en el tema de la limpieza más bien se trata de la tolerancia a la suciedad de cada cual, que en el caso de los hombres suele ser bastante más alta que en las mujeres.
ResponderEliminarEn mi caso cuando las pelusas del suelo parecen esos matorrales rodantes de las películas del oeste me empiezo a plantear la limpieza, sin embargo es difícil que me deje los platos sin lavar o los muebles o almohadones del salón manga por hombro...
En cuanto a la gandulería de los hombres... pues creo que tiene parte de verdad, sin embargo a veces hay malentendidos entre hombres y mujeres por nuestra diferente forma de pensar:
- Si mi chica me dice "hay mucha basura", para mí eso es un hecho (efectivamente, hay mucha basura), pero no se me ocurre relacionarlo necesariamente con que haya que bajarla.
- Si me dice "baja la basura", ahí ya decido si la bajo ya, si dentro de un rato, etc.
En fin que si queréis que hagamos algo es mejor decirlo directamente, sin intentar sugerirlo de alguna manera.
Nuestro cerebro no entiende demasiado de sugerencias. Se me ocurre que quizás si una mujer le dice a otra directamente "haz esto" puede que se sienta molesta, pero para un hombre es algo normal. Otra cosa es que lo haga o no...
Vaya pedazo de post que me ha salido
Anonimo ¿y porque tu chica te ha de decir que bajes la basura? ¿tan tontito eres que no eres capaz de ver que el cubo está lleno?¿Te lo han de decir? No es tan complicado, cubo lleno = hay que bajar la basura = coje la puta basura y bájala a la calle. ¿Si vives solo que haces? ¿esperas a que te digan que lo hagas? no, ¿verdad? pues ale, que no somos nenes de teta.
ResponderEliminarEso es lo que me toca la narices, ¿porque tengo que ser yo la que se de cuenta de que no queda papel higiénico y hay que comprar más? ¿Es que los tíos no se limpian el culo?
Eva, la verdad es que a veces no sabes qué es peor, si la indiferencia o que se quejen por todo, que era lo que me pasaba a mí.
ResponderEliminarDANYGIRL, lo que te pasa a ti con las cortinas y los cuadros, y esas cosas, me ha pasado a mí siempre. La dueña del taladro era yo, hasta que le enseñé a mi marido a usarlo y me aprovecho, ahora se lo asigno a él ;).
Jo T, pues fíjate que he tardado muchísimos años en darme cuenta de que les gusta que les digamos lo que tienen que hacer, y ahora lo veo clarísimo :)
Anónimo, te ha quedado muy bien el comentario-post :). Tienes toda la razón del mundo, las mujeres sugerimos demasiado a menudo sin pensar que a los hombres más vale decirles las cosas claras, porque con sutilezas no vamos a ninguna parte, solo conseguimos cabrearnos.
Muchos besos a todos, y gracias por vuestros comentarios ;)
Eva, veo que estás sensibilizada con el tema... Mujer, anónimo seguro que no lo ha dicho con mala intención, pero es verdad que se podrían fijar un poco más, y yo antes decía lo mismo que tú. "¿Por qué se lo tengo que decir si es lo suficientemente inteligente para hacerlo él solo?".
ResponderEliminarPor eso comentaba al principio del post que he tirado la toalla porque me he cansado de pelear durante tantos años. Ahora me conformo con intentar que mi hijo no lo haga en el futuro, pero no tengo muy claro que lo vaya a conseguir.
Al final si te llevas bien y ves que hace otra cosas, y te agradece las tuyas, tiene un detalle de vez en cuando, y no se aprovecha de la situación, pues todo acaba estando bien. Al menos he llegado a esa conclusión como mal menor...
Muy buenas Susana:
ResponderEliminarTe escribo desde el tren marchando a Barcelona. Creo que realmente tienes razón en muchas cosas. Lo divertido conforme vas cumpliendo años y te encuentras con gente que tiene la valentía de escribir las cosas que siente y vive, es que hay bastantes cosas comunes entre nosotros los hombre, y por supuesto también entre vosotras las mujeres claro.
De acuerdo en tu planteamiento. Y sobre todo en tus soluciones. La principal una persona en casa contratada si ambos de la pareja trabajan. Cauntos disgustos se ahorrarían las jóvenes parejas si esto lo tuvieran claro. Tenía un grupo de amigos que hacían concursos para ver cuanto aguantaban sin limpiar la casa y hacer mantenimiento. Acabaron con un frontal (linterna que se pone en la cabeza) y andando por la casa por una senda exenta de polvo, que era su camino habitual.
De todas formas yo no diría que somos cómodos. Simplemente que en algunas cosas no damos para más. En particular el pensamiento secuencial y la imposibilidad de simultanear tareas hacen que prioricemos cosas. De ahí que la famosa lista que propones funcione. Ejemplo: estamos en la mesa, acabamos de comer y sabemos que hay que pasar la ITV. Vamos a pasar la ITV aunque lluevan chuzos de punta. Hay un objetivo y lo tenemos definido claramente. Nos gusta tener objetivos que alcanzar.
El problema surge entonces al principio de la convivencia cuando lso objetivos de cada uno pueden o no coincidir o solaparse. O cuando uno piensa que las prioridades deben ser diferentes. Movidón. Normalmente por parte vuestra. Total que si nos hacéis una lista conn vuestras intenciones podemos organizarnos.
Como en el anterior mensaje no pude escribir te dejo una reflexión. La pareja no está en peligro por llamarse papi o mami. Yo creo que hay mucho más peligro en no desear como un loco no tener un hijo de la persona a la que amas y ver en ellos, los hijos, algunos detalles que nos recuerden a nosotros, a lo que los dos somos.
Un beso muy fuerte. Julio
Soy el anónimo de antes.
ResponderEliminar@Eva, no sé si te das cuenta de que a un simple comentario mío has respondido con un ataque personal. Supongo que realmente no es contra mí, sino contra alguien a quien conoces.
Ejemplo de la basura: Yo saco la basura cuando la bolsa está completamente llena o cuando huele porque desde mi punto de vista es cuando hay que bajarla. Si mi chica cree que hay que bajarla cuando está medio llena es problema suyo, y si insiste en que yo la baje según su criterio, o lo negociamos o alguno de los dos terminará enfadándose, o yo porque me insista o ella porque la siga bajando igual.
A mí no me gusta nada tener figuritas ni paños sobre los muebles porque siempre acumulan polvo y son un estorbo, pero siempre que no pase un límite razonable me parece normal que mi chica los tenga.
Lo que quiero decir es que la gente no hace las cosas a propósito para molestar, sino que sigue su propio criterio. Si piensas que alguien actúa para molestarte creo que ahí hay un problema.
Creo que no hay escrito en ninguna parte que cuando una pareja viven juntos tiene prioridad el criterio de la mujer sobre limpieza, etc. ¿o sí?
También es cierto que si hay alguien que hace las cosas antes de que tu tengas la oportunidad de hacerlas es comprensible que te acostumbres.
Anónimo-Julio: pues fíjate que he tardado años en darme cuenta de lo de las listas, si me lo hubiera dicho mi madre me habría ahorrado muchos disgustos. El problema es que ella lo hace TODO, todos los recados, poner los cuadros, cocinar, comprar, etc... TODO, y jamás se le ha ocurrido que a un marido se le puedan pedir cosas, con lista o sin lista. En fin, más vale tarde que nunca ;).
ResponderEliminarRespecto a tu último comentario, creo que has querido decir "Yo creo que hay mucho más peligro en no desear como un loco (no) tener un hijo de la persona a la que amas", creo que sobra el (NO) que he puesto entre paréntesis. Si es así, estoy totalmente de acuerdo. Nunca he entendido que alguien que realmente está enamorado de su pareja, no quiera tener un hijo con esa persona. Puedo entender que no sea el objetivo de su vida, y que no se obsesione, pero negarse a tenerlos es lo que no entiendo. Aunque lo respeto, por supuesto, pero lo veo algo antinatural, no sé...
Anónimo de antes: estoy segura de que Eva no ha querido atacarte a ti personalmente, a veces las cosas escritas quedan muy duras. Imagino que ha utilizado tu ejemplo para quejarse de ese problema en general.
En cualquier caso, es cierto que en ningún sitio está escrito que en una pareja haya que hacer lo que dice la mujer, siempre hay que llegar a un consenso, y si no se llega, se termina acabando la pareja, no hay otra. En muchas entradas comento algo parecido: nos empeñamos en exigirles a los hombres cosas que son de mujeres, y la realidad es que somos distintos, por mucho que nos empeñemos. No podemos pedirle a un hombre que reaccione como una mujer, de la misma manera que no le podemos pedir a una mujer que se comporte como un hombre.
Por ejemplo: no se le puede pedir a una mujer que no sea emotiva, es imposible, va contra natura. O que hagamos una cosa detrás de otra, las tenemos que hacer todas a la vez, porque no sabemos hacerlas de otra manera, somos culos inquietos. Habría mil ejemplo, y por supuesto excepciones, como con los hombres, pero somos distintos.
Por cierto, por qué no eliges un nombre, y así te ficho para el futuro? Si quieres, claro ;)
Besos a todos!
Joer @Anonimo si que estamos susceptibles eh!! será el calor.
ResponderEliminarNo me digas que te ataco personalmente cuando no sé ni quien eres, yo solo he usado tu ejemplo para hacer una "queja" generalizada, los problemas que tengas con tu chica son vuestros y a mi me la soplan, solo he querido dejar constancia de que no veo porque ha de ser la mujer la que tenga que decirle al hombre hasta cuando se ha de cambiar de calzoncillos (conozco casos).
De todas formas como dice mi abuela, el que se pica ajos come....
;) :) :D :P XD (Pon las caritas donde más te gusten y no te mosquees hombre, que lo que se dice aquí ya se sabe que es de buenro)
@Eva: Por lo que veo sería absurdo volverte a contestar.
ResponderEliminarComo tú dices Su, parece que esperamos que los demás (en general) se comporten de acuerdo a nuestras espectativas en lugar de que lo hagan de acuerdo a su propia naturaleza.
Y ¡qué difícil es darse cuenta de eso! :S
Me gusta mucho tu blog por los temas de los que se habla y por tu forma de escribir y por los comentarios que se hacen.
Creo que seguiré leyéndote a menudo :D
Nuestra madre nos enseño que esas son labores de mujer y que es ella la que debe hacer. Tambien nos recomendo que buscasemos como esposa a una mujer de su casa, que sea hacendosa, valiente y paridora.
ResponderEliminarMis suegras siempre me decian que deje de hacer que para eso tengo mujer. Y una de ellas siempre me decia que el hombre debe estar en la calle cuando me pillaba junto a mi mujercita (su hija)
Yo compro mi ropa a mi gusto y como es tan bueno ella me pide consejo, tampoco me agrada que hurgue mis cajones. Nunca mire su cartera ni lei ni le pedi explicaciones de quien le escribia -son asuntos de ella, asi como yo tengo los mios- si alguien la llama por telefono jamás le pregunto quien fue, no me importa, ni me interesa.
Se que el trabajo en la casa es duro y en lo que podia la ayudaba (siempre que su madre no estaba)
Ahora vivo solo y posiblemente la casa no este tan limpia, pues de vez en cuando paso la escoba y el trapo por los muebles y a la muerte de un buitre corto el cesped. Es que ellas me acostumbraron mal.
un beso
Eva, yo te había entendido ;).
ResponderEliminarViajero (te acorto el nombre, vale?), me alegro de que te guste el blog y de que pienses seguir por aquí. Aunque las cosas escritas suenen raras a veces, lo que comentamos por aquí siempre es en plan "terapia de grupo" y nunca de mal rollo.
eltauromquico, mmm... no sé... me parece que eres un poco cómodo, no? Está claro que nuestras madres nos dieron un mal ejemplo, aunque con la mejor de las intenciones, pero yo siempre defiendo que de mayores tenemos la obligación de tratar de corregir lo que somos conscientes de hacer mal. A lo mejor soy muy exigente (que lo soy, sobre todo conmigo misma), pero sé que si uno se lo propone se puede mejorar mucho. La gente no cambia, pero puede mejorar ;).
Me ha sorprendido una cosa, eso de que nunca le preguntas quién la llama, sobre todo por lo de no interesarte. Yo pregunto, pero no espío, no es lo mismo. Y tampoco me gustaría que a mi marido no le interesara quién me llama, creo que es una curiosidad sana. Aunque está claro que para gustos los colores :).
Besos a todos, no os peleéis! :D
Hola Su: aparezco demasiado tarde como para digerir todo lo que se comentó hasta ahora. Trataré de resumir, pues: En la mayor parte de las características que relatas en la entrada, no me reconozco, aunque confiese que la tentación a veces es fuerte. Reconozco también que la sensibilidad femenina hacia los asuntos del hogar y su orden es superior. Dicho eso me parece muy sabia tu conclusión de que es mejor ser realista en las expectativas, y no plantear batallas frontales que solo tendrán efectos destructivos. Pero tú misma reconoces que te ha sido cosa de tiempo y de tropezones haber llegado a esa conclusión.
ResponderEliminarLlegado este punto para no alargar innecesariamente diría:
-Es malo pretender resolver el problema de la dominación machista a lo largo de la historia jodiendo (que no follando) al hombre que te tocó en suerte.
- Es malo refunfuñar permanentemente reprochando al otro lo que no hace en lugar de valorar lo que hace (esto vale para ambos, naturalmente).
- Cuando alguien se acostumbró a quejarse y a reprochar de modo permanente, va en detrimento del otro. Es la otra parte la que se tiene que jorobar y resignarse hasta que que coja el portante y emigre.
Yo a mi mujer , cuando me pregunta quien me ha llamado, siempre le respondo lo mismo....mi amamte, ... o la otra. :-)
ResponderEliminarEuclides, el problema de verdad llega cuando la queja se convierte en el día a día, porque acabas hasta el gorro y además empieza a molestar cualquier cosa que hagas, sea buena, mala, o regular. Y vale desde luego en los dos sentidos, no somos solo las mujeres las que nos quejamos, aunque puede que lo hagamos más a menudo, no lo tengo muy claro.
ResponderEliminarAnónimo, está bien la contestación, así se lo tomará a cachondeo aunque acierte.
CreatiBea, lo malo es que tener que aprender lo que es la vida misma a base de tropezar ;).
Muchos besos a todos!
Geniales tus consejos, me he reído mucho con el segundo inciso.
ResponderEliminarUn abrazo.
Eres bastante graciosa escribiendo, pero luego cada caso es un mundo y caemos bastante en los tópicos. Me he quedado a cuadros cuando leo que los hombres no tiramos nada del armario y las mujeres sí, porque en mi caso es totalmente al contrario (vamos a tener que comprar otro piso para la ropa de mi mujer). Desde luego yo no necesito que nadie me diga nada para cambiar las toallas, sabanas o cubo de la basura y trabajo más o menos igual aunque no esté "bien follado".
ResponderEliminarSaludos!
Bueno, se que llego tarde y nada menos que después de 81 comentarios que afirmo haber leído pero confieso que un poco en diagonal, así que puede que algo que diga ya se haya comentado o esté ya fuera de lugar. Si fuera así, mis disculpas.
ResponderEliminarLo que yo quería decir es que para mi básicamente es cuestión de listones y cálculos de ratios. Me explico. Claro que nos damos cuenta (los tíos) de cuando hay que bajar la basura, cuando hay que cambar las sábanas o las toallas, fregar, pasar la aspiradora, etc. pero ese "cuando", no necesariamente es el mismo "cuando" de nuestra pareja, y además, como a los hombres como sabéis y se ha comentado ya en este blog, nos gusta todo grande, pues nuestro "cuando" es siempre el más grande y se hace mucho más grande si vivimos solos y mucho más aún si vivimos con otros tíos porque entonces encima competimos a ver quien tiene el "cuando" más grande, actitud bastante común en el género masculino como sabéis.
Ahora sí, cuando vivimos con alguien, especialmente si es alguien femenino y especialmente si la queremos, tenemos claro (al menos yo) que lo que a mi puede no molestarme, si puede hacerlo a mi pareja, y entonces hay que adaptarse, y si no lo haces, pues problema al canto, lógico.
Pero entonces entra el tema del cálculo de ratios y ahí es donde nos ganáis la partida por la mano siempre. Lo explicaré con un ejemplo: son las 11 de la noche, iniverno y llueve y la bolsa de basura está llena. Obviamente cualquiera sabe que habría que bajarla y en teoría no haría falta que nadie se lo diga a nadie, pero entonces llega el tío y hace su cálculo de rentabilidad, analizas los costes de bajarla (abrigate, coge paraguas, deja de ver la tele o símplemente de estar en modo fuera de cobertura en el sofá calentito, piérdete parte dela peli o el partido de fútbol...) y los beneficios (¿!?), y encima los comparas con las alternmativas posibles, y se te ocurre la genial idea de que si cierro la bolsa y la dejo en un rincón de la galería donde no moleste, a lo mejor mañana encuentro un momento más cómodo de bajarla (con menos costes) y casi el mismo beneficio o ela menos con pérdidas que consideramos asumibles. Excelente jugada financiera, piensas, y vuielves a tu sofá tranquilamente.
Pero llega ella y su parámetro de beneficios no es el mismo ya que para ella es insostenible e inaceptable tener una bolsa de basura 24 horas en la galería y por tanto es imprescindible bajarla inmediatamente.
Y entonces viene la hábil jugada femenina que resulta totalmente sublime, que hace ¿asume los costes y se abriga, coge un paraguas, se pierde la peli y baja la bolsa? No, hace algo mucho mejor y mucho más hábil: busca a otro que cargue con los costes y ella obtiene la mayor parte del benficio y además haciéndote sentir culpable y que quedas en deuda con ella. ¡¡¡GENIAL!!!
Si yo siempre he dicho que en general para todo, pero sobre todo para los negocios, sois mucho más listas que los tíos.
Lakacerola, el segundo inciso es que es fundamental, jaja!
ResponderEliminarJuanan, a lo que me refiero con la ropa es que nosotras solemos tirar lo viejo y regalar lo que llevamos unos años sin ponernos o no nos cabe. Vamos, que de vez en cuando hacemos limpieza de armarios (para que quepan cosas nuevas, normalmente, lo confieso, o simplemente para hacer sitio). Los hombres no suelen hacer limpieza de armario, simplemente acumulan sin más. Puede haber ropa de hace 20 años que ni les cabe ni está ya presentable, doy fe de ello... En cuanto a cantidad de ropa, está claro que nosotras solemos tener mucha más.
Ratón Pérez, tu razonamiento es totalmente ingenieril, no tengo claro que la mayoría de los hombres piensen tanto (en lo de la basura, me refiero, que ninguno se ofenda). Yo haría el mismo razonamiento que tú, no me molesta tener la basura 24 h (bueno, 48 tampoco, lo confieso). Debe ser mi lado masculino, o mi lado ingenieril, no lo tengo claro :D.
Lo de que somos más listas en general, no tengo ninguna duda, jajaja! ;)
Muchos besos a todos.
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ResponderEliminarMe ha encantado poder leer todas y cada una de las cosas que me pasan, ha sido como verme en un espejo. La peor es descubrir que es casi imposible que mi chico se conciencie y compartamos las tareas. Le quiero sobre todo, pero últimamente me está quemando tanto que hay momentos en los que no lo miro de la misma forma. Hasta me he sorprendido pensando si no sería mejor dejar la relación antes de acabar como una amargada, me está cambiando el carácter a fuerza de perder mis aficciones... en definitiva mi tiempo, que me permite ser como soy, o como era.
ResponderEliminarLo he hablado con él, de buenas y no tan buenas y estoy en un punto en el que sé que si la relación se deteriora no habrá marcha atrás. No sé cómo darle un punto de optimismo y romper con todo. Lo que más me quema es hacer siempre yo sola la comida y la cena y recoger la cocina, los dos trabajamos. Al final yo acabo muerta y él preguntando alegremente ¿qué comemos mañana? cuando todavía están los cacharros por recoger... arrrgggggggggg
Cuánto me alegro de poder leer un comentario normal en esta entrada! hace tiempo que sólo pasaban por aquí vendedores de milagros, que borro sistemáticamente, cómo no...
EliminarQuerida anónima, difícil lo que me cuentas... Ya has leído mis consejos domésticos al respecto. Si os lo podéis permitir, yo contrataría a alguien para las tareas más desagradables, aunque fuera sólo una vez por semana, y le pondría a recoger la cocina, ¡¡¡cómo no!!! A ver, eso no tiene excusa, porque recoger lo sabe hacer cualquiera y a la hora que esa, aunque sólo le quede una neurona viva, la misma que emplea para preguntar qué comemos mañana ;). Y mientras él recoge, tú estiras las piernas en el sofá, por ejemplo.
Si no le pones remedio, me parece que vas a acabar tan quemada, que da igual lo que le quieras, porque lo vuestro tendrá fecha de caducidad.
En fin, no si te sirve de algo mi respuesta, pero en cualquier caso te deseo suerte. Besos!
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ResponderEliminarPor favor, Pamelas, Lilianas, Fátimas y demás.... ¡voy a borrar sistemáticamente los comentarios sobre pócimas de amor!!!
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ResponderEliminarMuy interesante el blog. Cierto que nuestro nivel de exigencia es muy alto. Y ahora yo preguntó y que sucede cuando hay hijos?
ResponderEliminarCuando se intenta poner unas normas claras en casa para no lleva nosotras toda la carga familiar.OS pongo un ejemplo
Todos de acuerdo en que al levantarnos hay que lavarse, se desayuna y se recoge la habitación, ayudando a los más pequeños.
Bien el primer día... Pero luego ni caso.papa se sienta en el sofá, nadie ha desayunado a la 12 y a ver la televisión. Muy bien lo de contratar a alguien pero la educación de los hijos en tierras diarias de casa es de los dos no???
Perdón por las falta y tilde
Tengo dos hijas y cierto es que me gusta que las cosas estén recogidas, pero ni con delicadeza ni a gritos he conseguido colaboración. He llegado a estar 5 días sin recoger sus habitaciones y han sido verdaderas Leoneras. Imaginó que el olfato masculino será diferente el femenino porque a mi me olían fatal las habitaciones. Mi marido, al que quiero muchísimo, les regañaba, no se si indirectamente para que yo lo escuchase. El caso es que no mueve un dedo.
ResponderEliminarPor cierto, yo si cambio enchufes, conduzco, miró la ducha si se ha averiado y si me dejaba los tapones de todo abiertos hasta que vi lo mucho que le molestaba a mi marido. Me lo dijo, como tantas otras veces enfadado como yo le sgo siempre las cosas y desde ese día muy pocas veces lo he vuelto a hacer porque entiendo que es una tontada que si yo la hago bien mejora nuestra relación.
Entiendo como es el hombre y la exigencia de la mujer en la convivencia así que muchos días paso por el pasillo y no miró las habitaciones, aunque esa no es la mejor forma de que los niños tengan unas normas mínimas de convivencia.
Reconozco que mi forma de ser hace que la convivencia familiar la mayoría del tiempo sea insoportable.
Con este post y gran esfuerzo intentaré pensar y actuar como el. Si me apetece hago tareas y si no pues están sin hacer. Quizás si pasásemos de todo seríamos más felices.
Hola Lola. Paso poco por aquí últimamente, por eso no había podido ver tus comentarios. Yo con lo de las habitaciones opté por pasar revista más o menos una vez por semana. El resto del tiempo intento no mirar dentro. Mi madre me hecha la bronca y dice que ella no podría, pero claro, el resultado es que se pasó la vida recogiendo lo de los demás. Yo aviso de que voy a pasar revista en media hora y así, más o menos, la habitación queda medio decente (y dura así un día o dos, como mucho...), pero sé que hay casos imposibles. Tengo una amiga que decidió no volver a pisar la habitación de su hija, y cuando a la niña no le quedaba ropa limpia o planchada, se decidía (la niña) a llevarla a la lavadora. Pero eso puede ser un infoerno. Qué hacer al final? La verdad es que no tengo ni idea, por desgracia..... No sé si te habrá funcionado lo de intentar pasar un poco. Gracias por tu comentario!
EliminarMe gustó el post! Y me cayó muy bien luego de una discusión con mi esposo por la limpieza de la casa. Tendría mucho por comentar: cosas que me funcionan, otras que no y formas de ver las cosas; en fin, definitivamente me vi identificada. Saludos
ResponderEliminarHola Beca. me alegro de que te sirviera ;). Y gracias por comentar!
EliminarPues yo si que he tirado la toalla, pero a la basura!!!
ResponderEliminarEn mi cabeza de menos de 30 años (con exactamente el mismo trabajo y sueldo que mi marido) no entra que yo sea la responsable 100% del hogar.
Me explico, yo ni tengo que decirle lo que hay que hacer ni es mi responsabilidad ocuparme yo.
El hace algo de vez en cuando (una vez a la semana recoge la cocina por ejemplo) o si yo le pido hacer algo (la verdad es que ya desistí) pero no sale de el.
Todo lo que sea "secretaria" de la familia me ocupo yo, lo que supone el estrés psicológico continuo (teniendo en cuenta que tenemos un bebe de 3 meses enfermo).
Desde luego, llegados a este punto, me pregunto que hemos ganado las mujeres con la revolución de la mujer.
Sigo ocupandome de la casa y de los niños pero además trabajo fuera para traer el mismo sueldo que tu.
Vale que nunca podremos ser iguales, nunca, ni quiero. A mi no se me da bien montar muebles (que se montan una vez en la vida) y a ti no se te da bien poner la lavadora. Todo es llegar a acuerdos.
El problema es cuando un hombre de 30 años tiene mentalidad de uno de 80 para unas cosas si y otras no.
Yo no me resigno. Si solo me vales para montar muebles... Ya están montados y no tengo pensado comprar más.
Yo me divorcio, yo me niego a vivir como mi abuela pero trabajar como mi madre!
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ResponderEliminarNena,cualquiera diría que estás casada con el mío.
ResponderEliminarNena,cualquiera diría que estás casada con el mío.
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ResponderEliminarAyyyy que pensaba que era la única, que me he podido reir y es que parecen todos del mismo molde. Parece una tontería pero leer esto me hace sentir mejor, me ayuda a seguir hacia adelante. Un saludo
ResponderEliminarMi nombre es Lisa y soy de los Estados Unidos, quiero aprovechar esta oportunidad para agradecer a mi gran Agadaga que realmente hizo mi vida más placentera hoy. Este gran hombre, el Dr. Agadaga, me devolvió a mi encantador esposo, tuve dos adorables hijos de mi esposo, hace unos cuatro años yo y mi esposo hemos tenido una pelea u otra hasta que finalmente me dejó por una señorita. Sentí que mi vida había terminado y mis hijos pensaron que nunca volverían a ver a su papá. Traté de ser fuerte solo para los niños, pero no pude controlar los dolores que atormentan mi corazón, mi corazón se llenó de dolores y penas porque estaba realmente enamorado de mi esposo. Todos los días y noches pienso en él y siempre me gustaría volver con él, hasta que un día conocí a una buena amiga mía que también estaba en una situación como yo, pero su problema era su ex novio, que tuvo un embarazo no deseado. porque y él se negó a asumir la responsabilidad y la abandonó. ella me dijo que el mío era un caso pequeño y que no debería preocuparme por eso, así que le pregunté cuál era la solución a mi problema y ella me dio la dirección de correo electrónico de este gran hombre. Yo estaba dudando si este hombre era la solución, entré en contacto con este gran hombre y él me dijo qué hacer y yo los hice todos, me dijo que esperara solo 72 horas y que mi esposo vendría gateando de rodillas solo por perdón. así que hice fielmente lo que este gran hombre me pidió que hiciera y, con seguridad, después de 72 horas, él volvió a contactarme nuevamente con el Dr. Agadaga para pedir ayuda en agadagaspiritualhome@gmail.com
ResponderEliminarVine a este sitio solo para dar testimonio de un hombre poderoso que me devolvió a mi amante en 48 horas, cuyo nombre e información de contacto son el Dr. JAMES y puedes contactarlo a través de (drjamesd3@gmail.com) o watssap +27737872215 Al principio , Nunca pensé que podría devolverle a mi amante, pero hoy, gracias a la ayuda del Dr. JAMES, mi amante y yo estamos juntos de nuevo.
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