Los cazadores: Qué son y cómo salir viva

Hace unos días leí una entrada en el blog de Kobal acerca de “los cazadores”, en la que describía muy bien las maniobras nocturnas de los machos en celo para tratar de copular con alguna hembra disponible, siempre sin ánimo de reproducirse, por supuesto. Como estoy segura de que Kobal es un buen chico, sólo habla de los cazadores “buenos” y más bien improvisados, que cuando salen de noche intentan irse a casa acompañados. Vamos, lo normal… Nosotras hacemos lo mismo, aunque utilizamos una técnica algo distinta, que ya os conté en “Cómo entrarle a un desconocido sin parecer una guarra”.

Sin embargo, para mí un “cazador” es alguien que tiene cierto peligro porque cazar es para él bastante más que pasar un buen rato con los amigos tratando de “pillar algo”. Lo que yo entiendo por “cazador” (como comenté en “La Noche: Vocabulario básico”) es alguien que “está ocupado las 24 h del día en planificar y/o ejecutar maniobras de caza de presas femeninas, cuanto más difíciles, mejor. Se oculta bajo una apariencia afable y simpática, y es generalmente atractivo, lo que lo convierte en un ser muy peligroso para el sexo femenino”.

Muchos dirán “¡Hala! ¡Qué exagerá!”. Y bueno, sí, vale, un poco “exagerá” sí que soy, pero no tanto… (Aquí habría que poner una música de intriga, pero no sé poner efectos especiales en el blog, una lástima…). :P

Veamos… Para mí, hay básicamente tres tipos de “cazadores”: los aficionados, los profesionales y los hijos de puta. Obviamente entre ellos hay multitud de grados, y con el tiempo los aficionados pueden llegar a convertirse en profesionales. Sin embargo, para llegar al grado máximo hay que ser un inmoral, así que, afortunadamente, a ese nivel no puede llegar cualquiera (pero haberlos, haylos, os lo aseguro…). Siempre dentro de estos tres tipos de cazadores, yo distinguiría todos estos:

Cazador aficionado o “junior”

El cazador aficionado es normalmente un hombre graciosillo, atractivo, soltero, de edad más bien inferior a los treinta, habitual de la noche al menos tres veces por semana, y cuyo principal objetivo al salir es "ver qué cae". Si vuelve a casa sin un solo teléfono con posibilidades de convertirse en una conquista, se siente terriblemente fracasado. Lo normal es que tenga cierto éxito, especialmente entre las jovencitas inexpertas.
Efectos secundarios: Por su falta de madurez, este tipo de cazador no resulta excesivamente peligroso, e incluso puede ocurrir que él mismo acabe siendo cazado por alguna de sus presas.

Cazador profesional o “senior”

Este es el cazador aficionado que, con los años y la práctica continuada, ha pulido su técnica. Pasa de la treintena, se cuida, y actualiza su chorba-agenda de forma regular (para más información podéis leer “Los Comodines: Cómo manejarlos”). Sale siempre con la escopeta cargada en busca de nuevas comodinas, y actúa solo o en grupo. Tiene cierto código moral, por lo que no suele ser letal, y es profundamente admirado/envidiado por sus amigos.

Resulta un tipo peligroso porque puede crear adicción, y mientras está con la de turno sigue buscando nuevas presas.

Secuelas: Si te vas enganchando, corta por lo sano. El cazador profesional suele estar muy cómodo en su soltería y no quiere compromisos, por lo que nunca será un hombre de una sola mujer.

Variante: El Graduado

El Graduado es un cazador profesional con absoluta debilidad por mujeres como mínimo diez años mayores que él; suele ser bastante inteligente y capaz de sostener casi cualquier conversación. Aunque yo tengo mis dudas acerca de que sean los jóvenes los que cacen a las maduritas y no justo al revés, pero ese es otro tema ;).

Depredador o cazador improvisado

Es aquél que sale sin intenciones premeditadas de caza, simplemente a pasárselo bien, pero está al loro. Si ve algo interesante, hace un acercamiento normalmente discreto, nada de ir a saco. Encaja más bien dentro del perfil de cazador inofensivo, sin maldad. Vamos, ¡que caza para comer, no por vicio! :D

El cazador improvisado puede cazar solo o en grupo, y en este caso es habitual que utilice la “estrategia envolvente”, cuyas variantes describo a continuación:

Soltar al cebo: El más feo se acerca a las hembras para darles conversación de manera inocente, tratando de que bajen la guardia, y mientras, el resto de la manada hace una maniobra envolvente, consiguiendo rodear a las posibles presas.

Despliegue en cuña: El más graciosillo o el más buenorro del grupo se acerca primero, seguido del resto, escalonados en proporción directa a su propia autoestima sexual.

Globo-sonda: En este caso solo se acerca el gracioso/buenorro a tantear el terreno. Puede ser arriesgado porque el globo sonda suele estar muy pagado de sí mismo y ser un pelín egoísta, por lo que a veces es preferible enviar un globo sonda que tenga menos posibilidades de éxito, pero que sea generoso con el grupo.

Si de repente te ves acorralada y no te interesa el tema, la cosa se pone jodida... Tienes varias soluciones para la huida:

- Hablar como quién no quiere la cosa de tu novio, marido, hijos, aunque no sea verdad. Suele ser bastante disuasorio.

- "Tenemos que ir al baño....", y en lugar de eso, buscáis una salida alternativa. Puede hacerse también en solitario. Recuerdo una ocasión en la que un chico me dijo con cara de preocupación “Oye, tu amiga ha subido al baño hace mucho y no baja. ¿Estará bien?”. “Estooo… arriba no hay baño…”. Creo que captó el mensaje :).

- "Hemos quedado", y os vais a otro pub, cuyo nombre mantendréis en secreto, por supuesto.

Hay una excepción: Si uno del grupo vale la pena, se puede hacer un sacrificio ;). Si varios valen la pena, os los repartís y “arreglao”. Bueno, o al menos lo intentáis, luego ya veremos qué pasa…

Cazador-pedazo-de-cabrón o pata negra

Este es un auténtico hijo de puta (aunque su pobre madre sea una santa) que suele pasar de la cuarentena. Es un ser sin escrúpulos que utiliza cualquier técnica para que la presa caiga en sus garras. Le motivan los retos: mujeres casadas o recién separadas, mujeres "duras", inteligentes, muy "cotizadas", etc. Es capaz de los engaños más sucios, y aunque es tremendamente difícil detectar al cazador pata negra, hay varios indicios que te deben hacer sospechar:

- El primer día que habla contigo casualmente le dejas huella. Frases del estilo "Nunca había conocido una mujer como tú", "Desde que te conocí no dejo de pensar en ti", "No importa que tengas un hijo, me encantan los niños", "Eres la mujer que he estado buscando siempre", “me estoy enamorando”, etc...., son su especialidad. Un rollito que no cuela si te paras a pensar que lo conoces desde hace sólo unas horas.

- El cazador consumado y cabrón maneja a varias presas a la vez, y lo normal es que mientras espera que caigan dos o tres que se está trabajando, tenga siempre un par más en el horno con las que asegurarse el polvo y la distracción hasta que encuentre repuesto o se aburra. La diferencia respecto al profesional es que éste no tiene ningún escrúpulo, y si te hace daño, mejor, ya que tiene un punto sádico que le gusta satisfacer.

- Es muy hábil con las palabras y experto en poner cara de “cordero degollao”. No dudará en fingir que lleva tres noches sin dormir porque no le das una respuesta a sus peticiones de mano. Tienes que estar muy atenta a la frecuencia y contenido de sus mensajes, así como a su disponibilidad, ya que lo normal es que a menudo no pueda responderte porque está con otra, y entre los mensajes que te envía pase cierto tiempo porque tiene que desaparecer para poder escribirlos. Si cuando está contigo tiene el teléfono apagado y se va de vez en cuando a encenderlo con la excusa de que le queda poca batería, o bien nunca lo tiene a la vista y le quita el sonido, ¡ojo! Es una señal que te debe mosquear.

- Te contará muy poco de su vida personal, o cosas intrascendentes, ya que claro, cuando casi toda tu vida es una mentira, es mejor contar poco.

- Si tienes un hijo, irá con el rollito de “preséntame a tu hijo y vámonos un día al cine, que me encantan los niños”. Ni muerta dejes que un hombre que está bajo sospecha de ser un cazador pata negra, se acerque a tu hijo. Cualquier otro tipo de cazador rara vez demostrará interés por un niño.

- No suele tener muchos amigos y actúa más bien en solitario, ya que a la mayoría de los hombres les repugna esta manera de actuar.

Daños colaterales: El mayor reto para un cazador hijo de puta será dejarte embarazada, para después, obviamente, desaparecer.

De verdad creo que lo peor que te puede ocurrir en la jungla de los solteros es encontrarte con un cazador pata negra, así que ante la más mínima duda.... ¡HUYE! Lo que busca un cazador de esta especie es que te enamores, y cuando lo consiga dejarás de ser un reto y te dirá algo del estilo "Mira, es que creía que eras la mujer de mi vida pero me he dado cuenta de que no soy hombre de una sola mujer". ¡Capullo! Además de enfermo, dicho sea de paso.

Un consejo: Hazle caso a tu intuición. Si tienes la sensación extraña de que algo no encaja, es casi seguro que estás en lo cierto.

Por fortuna este tipo de cazador sin escrúpulos no es el más frecuente, lo normal es que el jovencito vaya depurando su técnica y si está bueno acabe convirtiéndose en hombre-objeto y/o cazador profesional.

¿COMO SALIR VIVA?

Solo se me ocurren dos formas:

- Utilízalo sólo sexualmente, añadiéndolo a tu choto-agenda (y no olvides las reglas de uso de los comodines).

- Si no tienes comodines, y no quieres tenerlos, trata de poner distancia al primer síntoma de enganche, ya que puedes salir muy perjudicada. Ya sabes, la gente no cambia, y un cazador en activo rara vez se enamora. Aunque claro, sé que decirlo es fácil, pero hacerlo, muy difícil…


¿Y cómo son las mujeres cazadoras? Mmm, tengo que pensarlo, no es evidente. Porque, ¿qué busca una mujer cuando sale de caza? ¿Sólo sexo? ¿Un marido? ¿Una cuenta corriente? ¿Una posición? No sé… ¿qué pensáis vosotros?